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Castilla y León cuenta con un total de 1055 plazas en RPT (Relación de Puestos de Trabajo) Agentes para todo el territorio. En los últimos 10 años sólo 32 Agentes Medioambientales han ingresado al cuerpo por oposición. A pesar de estar publicado un concurso-oposición de 96 plazas, que se prevé que sirvan para consolidar el empleo de los 86 interinos que hay en la actualidad, lo que deja la plantilla en activo actual en 747.
Las cifras preocupan: 455 vacantes y una edad media de 53 años en Castilla y León. En el caso de Salamanca, 57. Las previsiones de jubilación de aquí a cinco años van a imposibilitar la realización de servicios en pareja por falta de personal. Desde la profesión reclaman un proceso integral de reestructuración, la creación de la Ley del Cuerpo y un nuevo diseño de Comarcalización y nueva organización de efectivos que cumpla con los requisitos legales de seguridad en un servicio de Policía Administrativa especial, pero la Administración, la Junta de Castilla y León no lo considera prioritario, o simplemente lo tiene aparcado por auténtica desidia.
Puede verse en cierta medida el interés de la Administración en la atención de emergencias de incendios forestales, pero en el día a día, fuera del foco mediático, la conservación del Medio Ambiente, la caza furtiva, envenenamiento de especies o contaminación de aguas son sólo algunas de las funciones que deben enfrentar los Agentes Forestales en unas condiciones laborales cada vez más deplorables. Sin apoyo jurídico ni institucional.
Quienes deben proteger el medio ambiente se encuentran desprotegidos en el olvido: pese a ser un colectivo que está recogido en la Ley Nacional de Protección Civil se ha obviado su vacunación en los planes contra la COVID 19. Una situación difícil de entender cuando los Agentes fueron considerados desde el primer momento de la pandemia servicios esenciales y colaboradores en la emergencia sanitaria. Además, son los Agentes quienes día a día están cerca de quienes viven en zonas rurales aisladas, personas mayores con las que están en contacto, por lo que por la protección de todos los Agentes deberían estar ya en el Plan de vacunación.
Lamentablemente la pandemia ha agravado la situación en la que se encuentran estos trabajadores públicos, que además de llevar años reclamando una mayor seguridad en el trabajo ahora se enfrentan al paso del tiempo, las jubilaciones y a ser, una vez más, quienes están en primera fila para proteger el medio ambiente pero los últimos a la hora de ser protegidos y escuchados.
APAMCYL (Asociación Sindical Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León)
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