La pasada madrugada fue testigo del homenaje que la Asociación Cultural Alfonso I llevó a cabo en Santander, Logroño, Gijón y Aranda de Duero en recuerdo y homenaje a José Antonio Primo de Rivera cuya tumba fuera profanada el pasado lunes para mayor gloria de los responsables de su muerte hace casi 90 años.
La locura guerra civilista a la que se ha entregado el PSOE no conoce reparos ni frenos morales por ello está justificada toda señal de luz, toda señal de inteligencia, toda señal de cordura. Y eso fue José Antonio, luz en las tinieblas, inteligencia en medio de la estupidez y sensatez en una época de delirios y de criminales. José Antonio, la verdadera esperanza de una España justa y libre no merece este indigno trato a sus despojos.
Aquel que pidió que fuera su sangre la última derramada en contiendas entre españoles no hubiera sido capaz de creer que los herederos de sus asesinos se comportarían con sus restos como jabalíes hozando en la basura. Él, que siempre creyó en la reconciliación de este pueblo, no daría crédito de a dónde nos han llevado y nos llevan aquellos que quebrando su cuerpo han sido incapaces de comprender que su idea, su ejemplo y su capitanía son inmortales.
La asociación Alfonso I reconoce y asume el pensamiento de José Antonio en su totalidad como el único que podrá acabar con las diferencias hasta ahora irreconciliables entre los españoles frente al odio, la sinrazón y la barbarie a los que se ha entregado la izquierda en general y el PSOE en particular.
Asociación Cultural Alfonso I