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MÁGICA NOCHE
Mágica será la noche venidera
que a los corazones hará soñar,
perfumando de bendiciones
los hálitos de vida que acontecen
tras cada empañado ventanal
a través de todos los rincones
que tiñen las luces de esta ciudad,
mientras colma de emociones
a su radiante paso la estrella
que anuncia anhelante la noticia
volando apresurada hacia el portal,
esa que por los cielos resplandece
y que desciende a alumbrar
las nobles pasiones que florecen
por jardines cincelados de azahar,
la que danza libre y a su vez entona
al compás de melódicos acordes
palpitaciones de un canto a la Navidad
A LA NAVIDAD
Bulliciosas calles y plazas ambientadas
de luces que no cesan de alumbrar,
villancicos en las casetas decoradas
y vino caliente para el rigor invernal,
esquinas con puestos de castañas asadas
y niños junto a escaparates con regalos,
redoblan las campanas de la catedral
anunciando que la misa ha comenzado,
árboles alineados que exhiben recatados
la desnudez de sus ramas nevadas,
algarabía hogareña, jolgorio familiar,
reencuentro con los seres añorados…
vamos juntos a pasear, es un día especial,
ven conmigo, abrígate y toma confiada mi mano…
Te lo digo porque hoy es Navidad…
Te lo digo porque es día de amar y ser amado
MOMENTO
¿Qué harás en este momento,
qué dirección tomará tu mente
en este preciso instante…?
agónica es la tarde con el retrato
que me acompaña de tu mención,
y el rumbo de mi frágil razonamiento
se antoja cada vez más asaltante…
¿Habrás olvidado los áridos pavimentos
que sólo albergaban lodazales
y que nos vieron saltar sobre ellos?
¿Guardarás recelosa aquellos juramentos
todavía en el núcleo de tu pecho?
¿Colgará aún de tu cuello el amuleto
que contemplaban las lloviznas
mientras salpicaban la seda de tu pelo?
Y mientras, permanecen las briznas
de hierba clamando al firmamento
que la luz de sus constelaciones
sea reflejada así en la tierra
como en el raso y vasto cielo…
¿Seguiré siendo vestigio cuerdo
alojado en tus ratos de hastío,
el causante de tu rostro empañado
que sigue invocando lejanos recuerdos…?
AÑORANZAS
A dónde se fueron mis primaveras,
las que añoro ahora tras la vitrina de cristal,
dónde quedaron los recortes de cartulina,
aquella mirada inocente y mi bata de colegial…
migró la lluvia sobre los charcos, la satisfacción
de horas muertas y mis rodillas peladas de jugar,
los posters que decoraron mi habitación…
A qué lugar se ausentaron sin avisar
las aventuras de Espinete y Don Pimpón
y en qué cajón de qué pupitre dormirá la canción
que me ordenaba ir cada noche a descansar…
la verdad, no lo sé… y así, sin más, todo se esfumó,
se amargó la dulce bolsa de golosinas,
se pitó el final de la pachanga de balón,
se cerró el cajón con mi colección de pegatinas…
Todo al fin se redujo a posos de café, prisas y obligación,
lo que en argot adulto se denomina madurez,
que con rectitud quiere borrar lo que fue
encumbrar la plenitud de aquella vez….
Vosotras primaveras, que con vuestro resplandor
me transportáis como torrente de río al pez,
guiadme hasta la vejez con inocencia y candor
y que mi vuelo liberado eluda el empeño opresor,
ayudadme a seguir el resto de mis días libre y soñador
como libre vuela por los aires el trinar del ruiseñor
FLOR
¿Hacia dónde partirá tu hermosura
cuando las horas hayan malogrado
el placer encantador de tu tersura
y tus pétalos se encuentren derrotados
a causa de las gélidas temperaturas?
¿Quién acicalará las yermas veredas
que compungidas de luto quedarán
llorando tus despojos disgregados
hasta que tu delicada belleza
nuevamente se vea desplegar
por los albores del venidero mayo?...
Siento que ahora eres letargo invernal,
que imperceptible te vuelves a mi vista
como intangible lo eres a mi tacto,
y aguardas como agazapado animal
al grato renacer del calor de los rayos
con que el nuevo sol primaveral
a los pueblos y praderas bendecirá
para tener de nuevo la oportunidad
de poder renacer tú también,
así tan preciosa, floreciente desde tu tallo
CAÑAVERAL
Cañaveral mirando a la lejanía,
esa que dibuja el perfil del litoral,
transforma el hálito de la bahía
en salada compañía para el arenal
que de dunas riza la desierta playa
cuando se recrea en el desamparo
que otorga apacible la soledad…
tú que eres gaviota y acantilado,
marejada arisca que se precipita
surcando cada océano y mar,
suspiras con ella por ir a navegar
para apreciar otros parajes
que anclado fuerte en tu páramo
se te hace inviable otear,
sólo te queda la opción de zarpar
a través de fantasías e ilusión
tanto como el polvo de arena fina
de tu soñadora imaginación
logre tolerarte desde esta orilla
donde íntegra tu vida se arraigó
Manuel José Águila Martín (Montornés del Vallés, Barcelona 1977) no es arandino pero cuenta con amigos aquí, donde ha pasado algunos veranos Licenciado en Historia del Arte (Universidad Autónoma de Barcelona), "soy aficionado desde mi infancia a la pintura y al dibujo, como también a la lectura, en especial novela histórica. Desde hace algún tiempo, soy aficionado también a la poesía y publico poemas, narraciones cortas e ilustraciones en diversos periódicos y revistas nacionales. Soy admirador de Jorge Luis Borges o Miguel Hernández entre otros. Desde hace cinco años, resido en Puebla (México).
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