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A las 5 de la mañana, en la quietud de mi hogar en Milagros, siento la necesidad urgente de compartir una historia que me preocupa profundamente. Hace dos años, mi familia y yo decidimos mudarnos aquí, atraídos por la calidez de su gente, su entorno natural y, sobre todo, por el colegio público que prometía una educación integral y valores que queremos para nuestros hijos.
Sin embargo, a finales de mayo, nos enteramos de la promoción durante años por parte del ayuntamiento, de dos macroplantas de biogás y biometano. Este proyecto no solo representa un riesgo ambiental, sino que amenaza directamente el futuro educativo de nuestros hijos. Nos mudamos con la esperanza de que pudiera asistir a un colegio que tanto nos había inspirado, pero estos gigantes industriales ponen en peligro esa realidad.
La gestión del actual equipo de gobierno ha sido decepcionante. En lugar de atender nuestras preocupaciones, parece que nos miran con desdén y nos hablan muchas veces sin ningun respeto. Es triste ver cómo quienes deberían actuar en representación del pueblo se aferran a sus posiciones y siguen adelante con estos proyectos, ignorando la creciente disconformidad de los ciudadanos , les quiero recuerdar que esto no es un feudo estan en esos puestos porque el pueblo les eligió como representantes, y ya no nos representan.
Recientemente, asistí con otros vecinos a un pleno del ayuntamiento donde se planteaba convertir terrenos rústicos en “rústico excepcional” para permitir el paso de tuberías de gas. Me pregunto, ¿cómo es posible avanzar en estas decisiones a pesar de nuestra oposición? Cada vez se siente más distante la conexión entre los representantes y quienes les eligieron. El pueblo de Milagros se ha organizado para poder defender lo que deberia ser defendido por su ayuntamiento y no promovido.
La utilidad de nuestro hogar con todo el tiempo y dinero invertido, el bienestar de nuestra comunidad , la educación de nuestros hijos y, lo más importante, el entorno natural de Milagros están en juego. Si estos proyectos avanzan, no solo arriesgamos el entorno en el que vivimos, sino también la posibilidad de que nuestros hijos tengan un futuro en Milagros.
No todo lo que está promovido y aceptado por aquellos que se encargan de protegernos nos asegura realmente nuestra protección. Tal vez sea obvio, pero es fundamental recordarlo, ya que ultimamente escucho mucho eso de “ si las normas y las leyes les dejan será porque está bien”. Y no esta bien.
Espero que de aqui a 10 años nuestro querido alcalde no tenga que decir como el antiguo alcalde del pueblo Balsa de Ves ,” he llevado el pueblo a la ruina”.
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