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Imagen: Restos de "Los Casares"
El incesante hostigamiento que el ejército romano está infringiendo a los pequeños poblados vacceos ubicados en el valle del río Esgueva, ha concluido con el confinamiento de sus habitantes en nuevos núcleos de población creados bajo las estructuras jurídicas, económicas, sociales y políticas romanas. Son nuevos tiempos, sin alternativas, sólo queda el sometimiento a una aculturación violenta o la muerte en una lucha desigual contra un enemigo implacable. "Alea iacta est".
Algunas de estas poblaciones, como "Los Casares y El Portillejo'', van a ser convertidas en granjas o quintanas y pasarán a los dominios de este nuevo asentamiento controlado por algún romano influyente.
Restos de edificación de "El Portillejo"
Restos de cerámica vaccea encontrada en "El Portillejo"
(La hipótesis más plausible sobre la que nos apoyamos para defender esta teoría se encuentra en "Los Casares", hoy como término municipal de Tórtoles de Esgueva, donde se han hallado restos de cerámica romana de paredes finas y terra sigillata hispánica. También se han encontrado restos de tégulas, imbrex, ladrillos y baldosas, algunas de estas últimas son piezas enteras).
Restos de cerámica vaccea encontrada en "Los Casares"
Restos de cerámica romana de paredes finas y terra sigillata hispánica encontrada en "Los Casares".
Restos de tégulas, imbrex, ladrillos y baldosas romanas encontradas en "Los Casares"
Uno de los nuevos núcleos de población que se crearían en la zona media de la cuenca del Esgueva iba a ser Tortilis (el actual Tórtoles de Esgueva). Este paraje estaba enclavado en una superficie inclinada sobre la hoz caprichosa que dibuja el trazado del valle. Por su emplazamiento estratégico y los grandes recursos naturales de los que dispone será el lugar ideal para implementar el proceso de asimilación cultural y la explotación de los nuevos pobladores. (Romanización).
Cuenta a su favor la existencia de antiguos cruces de caminos en sus inmediaciones que se comunicaban con la ciudad vaccea de Rauda (por el Portillejo), con las arévacas Clunia (por la vía del Valle del Esgueva) y Pallantia (por el antiguo camino de Antigüedad).
Aunque la opción más determinante iba a ser el agua como fuente de vida y de riqueza que brotaba en abundancia de unos manantiales situados en la parte más alta, recorriendo una extensa pradera cubierta de hierba con arboledas para descender por unas cascadas de roca caliza, que darían nombre al lugar (Las Tobas). Estas aguas se irán canalizando para el abastecimiento de la población y para el riego de las huertas y los campos de cultivo.
"Las Tobas" En la foto se puede apreciar el resto de la cascada por la que se precipitaba el agua que venía de los manantiales, actualmente "Los Caños".
Con la roturación de las nuevas tierras fértiles, Tortilis pondrá en marcha el desarrollo de una nueva agricultura, aplicando las técnicas romanas de regadío, abonado de la tierra, el uso del barbecho, la plantación de cereales, legumbres, hortalizas… Igualmente se van a poner en escena nuevos aperos de labranza, principalmente el arado romano.
En el ámbito doméstico también empiezan a funcionar algunos nuevos utensilios: el molino de mano romano, la statera (a la que comúnmente llamamos romana), el ánfora… Para combatir el frío algunas casas se dotaron de trébedes, que evolucionando iban a convertirse en las famosas "glorias". Curiosamente al día de hoy se sigue utilizando este legendario sistema de calefacción.
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