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¿Te suena a chino lo del presupuesto municipal? Tranquilo, no eres el único. Aquí te explicamos en un lenguaje claro y directo qué está pasando con el presupuesto de Aranda de Duero para 2025, por qué está todo tan revuelto y qué significan esas "alegaciones" de las que tanto se habla.
¿Qué es eso del presupuesto municipal?
Es, en resumen, el plan de ingresos y gastos que el Ayuntamiento hace para saber cómo se va a gastar el dinero de todos durante el año. Se aprueba una vez al año (o eso debería pasar), y sin él, es muy difícil que los servicios funcionen bien o que se hagan cosas nuevas. Es como si una familia no se pusiera de acuerdo sobre en qué gastar su sueldo: al final, ni arreglas la caldera ni ahorras para las vacaciones.
¿Y qué ha pasado este año en Aranda?
Pues que no ha habido manera de que todos los partidos se pongan de acuerdo. Como no se ha aprobado el nuevo presupuesto, el Ayuntamiento ha tenido que prorrogar el del año pasado (2024). Esto quiere decir que se sigue funcionando con los mismos números del año anterior, lo cual no es ideal, porque muchas cosas cambian: suben precios, hay nuevas necesidades, proyectos pendientes...
Y, para más lío, el nuevo borrador de presupuesto que se presentó no ha gustado a todo el mundo. ¿Y qué pasa cuando no te gusta algo del presupuesto? Que puedes presentar una alegación. Y eso es lo que han hecho varios concejales, asociados/as a partidos políticos y colectivos de la ciudad.
Vamos ahora con las famosas "alegaciones"
Vamos por partes. Una alegación es básicamente una queja formal y justificada contra una parte del presupuesto. No vale decir “esto no me gusta”; hay que argumentarlo con base legal, técnica o económica. Estas son algunas de las más relevantes que se han presentado:
Ildefonso Sanz, Dice que el Ayuntamiento ha metido a dedo algunos puestos de confianza (los llamados “eventuales”) sin explicar para qué sirven ni justificar que hacen falta. Según él, eso incumple el reglamento. Vamos, que se ha hecho deprisa, corriendo y mal (a su criterio).
La Arandina C.F. también ha dicho lo suyo. Reclama una subvención de 190.000 euros que, según afirman, se les prometió por haber traído la Copa del Rey. Además, se quejan de que les han recortado otras ayudas que venían recibiendo año tras año.
Y luego están Vanesa Aparicio, Ángel Rocha, Eusebio Martín y Luciano Burgos, vecinos de Aranda de Duero y conocidos militantes de PP y PSOE, que han presentado alegaciones desde diferentes frentes. Algunos denuncian que no se han metido ciertos gastos obligatorios, otros piden más claridad en las partidas, e incluso critican que no han recibido toda la información que necesitaban para estudiar el presupuesto con calma. Básicamente, acusan al equipo de gobierno de falta de transparencia y de no hacer bien los deberes.
Cada una de estas alegaciones tiene que ser revisada y respondida por el Ayuntamiento. Si se considera que alguna tiene razón, se modifica el presupuesto. Si no, se rechaza y se sigue adelante. Pero, en cualquier caso, todo esto retrasa la aprobación final, y seguimos mal los mismos los de abajo.
¿Y ahora qué?
Pues toca esperar a que el equipo de gobierno valore las alegaciones, las conteste y decida qué hacer. Si no se aprueba un nuevo presupuesto, seguiremos todo el año con el del 2024 prorrogado. ¿Y qué significa eso para el día a día de Aranda?
Hagamos un pequeño resumen de nuestra situación:
En definitiva, no hace falta ser economista para entender que Aranda necesita presupuesto nuevo para avanzar. Pero también necesita que quienes están en el Ayuntamiento dejen a un lado sus peleas y se pongan a trabajar por el bien común. Porque los presupuestos no son papeles: son colegios, aceras, eventos, calefacción en el centro de día, ayudas al alquiler o becas para deportes. Es decir: nuestro día a día y como dice aquel refrán tan castellano «Uno por otro, la casa sin barrer» .
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