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Hablar de suicidio lo puede prevenir
El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Desde 2003 con este día se fomentan en todo el mundo los compromisos y medidas para prevenir los suicidios. La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IAPS) y la Organización Mundial de la Salud promueven este día con el propósito de concienciar a todo el mundo de que el suicidio se puede prevenir.
Cada año se suicidan casi un millón de personas en el mundo, lo que supone una tasa de mortalidad global del 16 por 100.000, o una muerte cada 40 segundos. Unas cifras que nos ponen los pelos de punta. En España ya superan a las muertes por accidentes de tráfico.
Aun así, las noticias pocas veces se hacen eco de estos asuntos, porque se produce lo que se conoce como “efecto llamada”. Siempre se ha pensado que el dar este tipo de noticias, podía provocar que otra persona en una situación parecida decidiera consumar el acto. Pero con el tiempo se está ocultando tanto, que es invisible y no se conoce el problema en realidad. El tabú que rodea a este tema ha impedido que se lleven a cabo intervenciones de prevención, porque no se habla de ello. Y ya se sabe, de lo que no se habla, es como si no existiera.
Es importante hablar de ello abiertamente, que la persona que está pensando en ello lo exprese, porque así podrá tener acceso a la ayuda necesaria. En este caso, la conducta suicida es un trabajo principalmente psicológico. La persona en el fondo no quiere morir, sino acabar con el sufrimiento que tiene en ese momento, y la única salida que ve es esa. Sin embargo, la persona está inmersa en unas emociones que le hacen vivir esa situación como algo drástico, cuando es algo pasajero que tendrá solución en un futuro. Hablar de ello, al contrario de parecer que lo vaya a provocar, proporciona alivio a la persona que lo expresa.
Además, se da el hecho de la estigmatización, es decir que en las familias donde se dan estos casos se oculta, porque es algo socialmente mal visto. Esto hace que se siga escondiendo y los allegados sufran mucho y no reciban tampoco ayuda. Son muertes incomprendidas por todos.
Hoy en día se está trabajando mucho por visibilizar los casos, por prestar apoyo a aquellas personas que ya lo han intentado alguna vez y sobre todo por la PREVENCIÓN. Hay que escuchar las señales, porque en contra del mito que se piensa de que la persona que lo dice no lo hace, existe el dato de que, todo el que lo hace ha avisado de alguna manera, o lo ha expresado de algún modo. Por lo que hay que estar atentos y que esas personas reciban atención psicológica para poder prevenirlo.
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