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Es normal que, en la situación que estamos viviendo de confinamiento, hayas pasado por todo tipo de emociones, según el día que hayas tenido, o según las noticias que hayas escuchado: miedo, alegría, pena, alivio, bajón o subidón emocional, ansiedad, bienestar, incertidumbre, etc.
A los 21 días, oficialmente el cuerpo y la mente consiguen habituarse a una nueva situación. Así que los que su situación no haya cambiado en estos 21 días de confinamiento, bienvenidos a la habituación. Hay muchas personas que a lo largo de las semanas han ido cambiando su situación progresivamente, a nivel laboral o personal, porque no dejaron de trabajar en un primer momento. Por otro lado, todos aquellos que siguen trabajando también se están habituando, con el paso del tiempo, a esta nueva manera de llevar acabo su tarea. Y si su tarea es la misma, ya se han habituado a la manera en que realizan todo el lavado y cuidado para protegerse al salir y entrar en casa.
La habituación hace que bajen nuestros niveles de estrés que inicialmente, ante el desconcierto y la incertidumbre de cómo van a ser las cosas, está en niveles más altos.
De todos modos, seguimos con cierta incertidumbre, porque, aunque hayamos aceptado esta situación, tan atípica e inesperada, estamos esperando nuevos cambios o situaciones que están por venir. Añorando el día en que podamos estar en otros escenarios y juntarnos con nuestros seres queridos.
A lo largo de los 21 días, los sentimientos han ido cambiando en nuestro ser y poco a poco, hemos pasado por muchos aspectos de la vida que volver a estructurar. Asumiendo la realidad de lo que pasa, sin a veces palparla. Algo que se torna difícil de explicar y de integrar en uno mismo. Por un lado, me siento seguro en mi hogar, con mi familia cercana, echando mucho de menos a los que están en otras casas y no podemos visitar. Por otro lado, la amenaza vive afuera, veo imágenes de personas fumigando calles, gente muriendo, número de enfermos creciendo... Algo que parece increíble. Cuando lo veíamos en China, lo veíamos tan lejano. Cuando llegó a Italia empezamos a pensar en lo cercano, pero hasta que en Madrid no saltaron las alarmas nos lo tomábamos a broma. Incluso los primeros días de confinamiento, a algunas personas les costaba entender esta situación y se resistían a quedarse en casa, no asumían la gravedad del asunto. Cada uno nos hacemos nuestra película individual de los hechos y así lo vivimos, cada uno a su manera.
Por eso es tan importante expresar cómo me siento, y cómo me hace sentir esta situación, lo que opino, lo que me recuerde... Expresar sentimientos y emociones son los ingredientes principales para estar presente y vivir la situación, no evitarla.
Habituarse a la situación, como ahora estamos, tiene la ventaja de volver a la serenidad dentro del caos inicial. Pero sin dejar de pensar que nos tendremos que volver a deshabituar, porque esto va a durar, pero no eternamente. Así que, aprovechad el momento, ya se sabe que los momentos nunca vuelven. Nunca de la misma manera. Es momento de sentir a los nuestros más cerca que nunca, a nosotros mismos conocernos por dentro. Podemos descubrir cuáles son nuestros límites, nuestras debilidades, nuestras fortalezas y sacar partido de ellas. Disfrutar del mucho o del poco tiempo del que disponemos cada uno, para pensar y reflexionar sobre lo que estamos viviendo. Esta situación es única e irrepetible. Todo lo que aprendamos nos servirá para enfrentarnos a lo que nos venga.
Todos saldremos fortalecidos de esta situación, hasta los niños obtendrán más tolerancia a la frustración, por experimentar que no pueden hacer siempre lo que quieran. Creo que a todos nos viene bien tomar de esta medicina emocional.
Y envío un gran abrazo y sostén emocional, para todas las personas que trabajan codo con codo con los afectados, que están demostrando que su labor es tan importante y cercana. Espero que expriman de esta experiencia todo el jugo y realmente se fortalezcan. Además que sea reconocido su trabajo, no sólo con aplausos, sino con el apoyo psicológico que cada persona precise, ahora y cuando todo esto termine.
Te invito a una experiencia en mi blog personal: http://vivirlapsicologia.wordpress.com
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