El verano está a la vuelta de la esquina y hay que ponerse manos a la obra para tener nuestra piel preparada para esta estación, en la que habrá excesos de sol y sudoración, lo que la hace más propensa a la aparición de sequedades, irritaciones, manchas y acné.
La clave para el buen aspecto de la piel, es mantenerla limpia e hidratada.
La limpieza de la piel puede hacerse de múltiples maneras, con agua y jabón especializado para cada tipo de piel, con leche limpiadora y tónico, con agua micelar, con toallitas desmaquillantes… Recuerda limpiar tu piel al menos dos veces al día, y sobre todo antes de acostarte.
Durante la noche es cuando el cuerpo aprovecha para restaurar las células dérmicas.
Hidrátala después de limpiarla con una crema hidratante que vaya bien con tu tipo de piel, y recuerda exfoliarla al menos una vez cada 15 días.
No olvides, que los cuidados preventivos siempre van siempre de dentro para fuera, así que bebe mucha agua, y tu piel lo notará.
Es importante mantener la piel protegida (y no sólo durante el verano, sino durante todo el año) que uses crema con protección solar, al menos de Factor 15 en las partes expuestas (cara, cuello, escote y manos durante todo el año, y las partes que llevéis descubiertas durante el verano) Así evitarás manchas, sequedad, arrugas y así se prevendrá la aparición del melanoma (cáncer de piel).
Un estudio reciente de la OCU, desmonta el mito de que las cremas solares caducan a los pocos meses de abrirlas.
Puedes verlo aquí: https://www.ocu.org/salud/cuidado-piel/noticias/cremas-solares-caducidad
Descansa, duerme bien, hidrátate y come sano. El alcohol y el tabaco, también estropean el aspecto de tu piel, así que lleva hábitos de vida saludables, y tu piel te lo agradecerá.