Cáritas Aranda ha dado a conocer hoy miércoles la memoria correspondiente a 2021 en el municipio y en las poblaciones que integran la comarca ribereña. En total, han sido 908 familias las que han sido atendidas a lo largo del año en todos los programas que lleva a cabo, llegando a 1.207 personas.
Explica la coordinadora territorial, Guadalupe Cuadrado, que el número de personas se mantiene estable con respecto a 2020, pero que son destacables sus condiciones socioeconómicas “que se han visto empeoradas provocando que el grado de exclusión que sufren haya aumentado”. Cuadrado presentaba el informe junto con la presidenta de zona Elena Esteban y el delegado Antonio Mosso.
Comenzando por el programa de acogida, se ha atendido a 477 familias (99 en la comarca), un número que va en descenso si observamos las 595 de 2020 o las 872 de 2019. Esto no tiene nada que ver con el número de intervenciones, que se mantiene, para con unas familias que han formado parte de procesos de inserción, han recibido ayudas directas por un importe de 42.510 €, y ayudas en especie, ropa, calzado, enseres o alimentos. Ayudas de las que se han beneficiado un tal de 295 personas. Desde Cáritas Aranda resaltan que han sido muy importantes las dirigidas al alquiler, donde se han gastado 30.155 € para 164 beneficiarios. También se han conseguido agilizar las ayudas de emergencia social de la Diputación de Burgos para 33 beneficiarios (13.615 €).
Todo ello para un perfil de personas donde el 59% son mujeres, el 43% en la franja de edad entre los 36 y 65 años, un 43% son hogares de parejas con hijos y un 57% son extracomunitarios.
Empleo y formación
Fueron 324 personas las que han pasado por los distintos programas de Cáritas en la comarca durante 2021. Se han repartido en tres cursos de servicio doméstico y geriatría, 1 de carnet de conducir y 2 de peón de bodega. A ello se han sumado talleres de agricultura y de restauración de muebles.
Embico es el nombre de la empresa de inserción de Cáritas, que durante el año pasado empleó a 5 personas. Y destaca la apuesta que se hace por la reutilización de ropa, gestionando 870 toneladas en 2021.
Infancia y juventud
En este aspecto disminuye el número de menores atendidos con respecto a hace dos años. Si en 2020 fueron 123, en 2021 han sido 108 a través de los centros de Santa Catalina y La Estación.
En este aspecto Cuadrado pone el foco en la aceleración de la digitalización que se ha sufrido, que actúa en contra de los jóvenes ampliando la brecha digital.
“En su mayoría los jóvenes que se atienden son adolescentes que han abandonado los estudios prematuramente, la mayoría procedentes de otros países con falta de homologación de títulos, si existen, con situación administrativa irregular y situaciones familiares muy vulnerables, por lo que se encuentran con grandes obstáculos para incorporarse en el mercado laboral y están muy cerca de caer en la exclusión”, señalan desde Cáritas Aranda.
Personas sin hogar y drogodependientes
Comenzando por las personas sin hogar, Cáritas mantiene su programa de alojamiento de corta estancia atendiendo a 186 personas en 2021, el mismo número que el año anterior. A todos ellos se les ofrece la oportunidad de ser atendidos con programa externos o e centros de inserción de Cáritas.
Por su parte, 112 personas pasaron por el programa de atención al drogodependiente de Aranda y comarca, 9 más que en 2020. Prevalece, explican, la correlación entre los trastornos de salud mental y el consumo de alcohol u otras drogas. También los trastornos de salud mental atendidos desde Cáritas tienen correlación con bajos niveles de renta o desempleo. “Las dificultades sociales llevan en ocasiones a la frustración laboral o personal, impiden desarrollar proyectos vitales esenciales que derivan en el consumo con el objetivo de evadirse de la realidad”, apuntan.
Denuncias y propuestas
El resumen del año lleva consigo una serie de denuncias desde Cáritas, recordando que la exclusión moderada o severa ha aumentado en la provincia del 14 al 18%, con una inflación que ha golpeado duramente sobre todo a las familias con menos recursos, con falta de viviendas asequibles y con una situación administrativa que debido a la digitalización no permite a las personas ni formarse, ni buscar empleo, ni acceder a ayudas.
Sus propuestas pasan por una legislación que promueva una ley de regularización extraordinaria a las personas extranjeras para que puedan acceder al mercado laboral. Así, en la calle Isilla se instalarán mesas a lo largo de hoy para la recogida de firmas, como también se mantendrá abierta su sede de la plaza de los Tercios en los próximos días para ello.
Del mismo modo proponen que se garantice la atención presencial en las administraciones o que se prioricen los mecanismos para abordar la salud mental.
Del mismo modo, ya de forma interna, Cáritas Aranda quiere que más personas se sumen a su proyecto como voluntarias. “Nos vimos afectados por la pandemia y aunque se incorporaron voluntarios, debido a la elevada media edad algunos no volvieron”, termina diciendo Antonio Mosso, en espera de que aumenten las personas que quieran implicarse. En estos momentos son 65 las personas voluntarias de la ONG en Aranda.
Imagen: De izquierda a derecha, Guadalupe Cuadrado, Elena Esteban y Antonio Mosso. / BC
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