A la espera de que entren en prisión los culpables en el caso arandina

Aun no han acudido a la cárcel para su ingreso voluntario los dos jóvenes que recibieron la sentencia de nueve años de prisión por el caso Arandina. La familia de la víctima se encuentra a la espera de que Carlos Cuadrado y Víctor Rodríguez asistan por su propio pie para cumplir la pena.

Son diez días los que se han otorgado a los acusados para hacerlo y ese plazo concluye hoy. “Es el plazo voluntario de diez días que da la audiencia provincial cuando se les ha requerido que acudan a un centro penitenciario”, explica Patricia Ortiz, la abogada de la familia de la víctima.

El lugar, si se trata de un ingreso voluntario, lo tienen que elegir ellos. Bien por cercanía de su familia o por las razones que prefieran. Lo que es cierto es que en el caso de que no acudan las fuerzas de seguridad entran a formar parte de su búsqueda. “Si no compadecen o alegan causa justificada que lo impide la audiencia daría aviso para su detención”, informa la letrada.

Fue el pasado mes de noviembre cuando el Tribunal Supremo, órgano judicial al que ha llegado la denuncia realizada inicialmente en 2017 por abusos a una menor, dictaba la sentencia de 9 años de prisión para dos de los tres jóvenes encausados, dejando al tercero absuelto.

Todo ello en un proceso muy largo y que ha sufrido sentencias muy dispares dependiendo de que estamento lo juzgase. Tras estar condenados a 38 años de cárcel por la Audiencia provincial de Burgos, su recurso llevó el caso al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León donde la rebajó considerablemente a 4 años en el caso de Carlos Cuadrado y a 3 en el caso de Víctor Rodríguez entendiendo que se trataba de un caso de abuso sexual y no de agresión sexual; y absolvía al más joven de ellos, Raúl Calvo, por entender que ambos tenían edades próximas y un grado de madurez similar.

Una vez llevado al Tribunal Supremo por parte de la Fiscalía, esa pena se aumentó a los dos sumando cinco años. Ha sido este mes, en marzo, cuando ha finalizado la tramitación de la ejecución de la sentencia, obligando así a los dos exjugadores de fútbol del equipo Arandina a entrar en prisión.