El proyecto de apoyo psicológico Tejiendo Salud Mental a menores de edad puesto en marcha por Salud Mental Aranda con el apoyo de la Fundación Alcampo ha demostrado que Aranda de Duero necesita de este servicio para una franja de edad que no dispone de él de manera pública, siendo necesario su desplazamiento a Burgos capital. Ahora, el Ayuntamiento toma las riendas y anuncia que él lo financiará.
Es el compromiso que ha anunciado hoy la concejala de Acción Social en el Ayuntamiento arandino, Cristina Valderas, que sin querer poner cifras a la partida que utilizará para ello sí que avanza que serán más de los 8.000 euros que ha costado proveer de este servicio a través de Salud Mental para atender a 24 niños y jóvenes de hasta 17 años entre los meses de septiembre y mayo. Se planificó para 14 usuarios, pero han sido un total de 24 los que han pasado por el programa dejando en lista de espera a otro buen número de menores que no han podido acceder por falta de medios.
La ayuda municipal se sumará a los 30.000 euros anuales que Salud Mental recibe para costear sus instalaciones. “Nos ha manifestado la necesidad de que el proyecto continúe y también nosotros estamos viendo en nuestro día a día que hay que continuar con este refuerzo”. Explica Valderas, señalando que “quiero que lo siga llevando Salud Mental iniciando una nueva fase a partir de septiembre. Valderas también ha anunciado que la concejalía pondrá en marcha también en septiembre el programa Revital de atención psicológica para personas derivadas de servicios sociales, y que se implementará talleres de desarrollo cognitivo y desarrollo personal. “Pero consideramos que se queda un poco corto una atención más prolongada para el tema de infancia y adolescencia y poder atender a más población. Existe un desbordamiento de solicitudes, no se puede dejar a los menores en lista de espera y es necesario con ellos hacer una actuación inmediata”, apunta.
Concluye la primera fase del proyecto
La noticia la daba a conocer Cristina Valderas en el cierre de la primera fase del proyecto cuyas valoraciones se han presentado este jueves en las instalaciones del supermercado Alcampo en Aranda de Duero, cuya fundación ha aportado la mitad del dinero para su desarrollo.
Su directora, Esther García, destacaba que su aportación se ha transformado en “una experiencia enriquecedora para todas las personas que formamos parte de Alcampo Aranda”. Y es que, además de contribuir con la financiación del proyecto, desde el centro arandino se ha participado con los menores del programa en actividades de sensibilización destinadas a conocer la importancia de llevar una alimentación saludable. Charlas, visitas a un huerto de verduras y hortalizas, creación de semilleros y yincanas han sido alguna de ellas.
Para la presidenta de Salud Mental Aranda, Elena Briongos, recuerda que la mitad de los problemas de salud mental aparece por primera vez antes de los 14 años y un 75 % de ellos comienzan antes de los 18 años. “Tras la pandemia hemos podido observar que las llamadas de padres madres y cuidadores principales a la asociación se multiplican preguntando por la posibilidad de que se les ofrezca asesoramiento para el proceder con sus hijos”, comenta Briongos, señalando que ese fue el germen que motivó poner en marcha en septiembre de 2021 este proyecto de apoyo psicológico que ahora hace un alto en el camino en busca de nuevos apoyos. “Se ha cumplido el objetivo planteado de esta colaboración, crear la base de un servicio de apoyo psicológico y demostrar la necesidad de tener una continuidad. No sólo para atender la demanda que sigue llegando, sino también para contar de forma continua con un servicio en el que podamos trabajar la prevención de problemas de salud mental en la infancia y la juventud”.
Blanca Cuesta es la psicóloga que se ha encargado de atender a los menores a través de intervenciones individuales y grupales diferenciando edades. Han sido 12 adolescentes, todas chicas y con problemas de aislamiento social, y 12 niños y niñas de hasta 12 años que han sufrido acoso escolar. En cuanto al perfil económico, lejos de pensar que la mayoría de ellos se encontraban en una situación de vulnerabilidad social, han sido numerosas “las familias con buen nivel social, incluso con padres en puestos de gran responsabilidad, pero todas ellas con una necesidad, la de mejorar sus prácticas de crianza y su forma de ejercer el rol parental”.
Imagen: De izquierda a derecha Esther García, Elena Briongos, Blanca Cuesta y Cristina Valderas. / BC
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