120 han sido el total de ayudas repartidas desde el Ayuntamiento de Aranda a familias que han carecido de recursos durante el 2022. La concejalía de Acción Social ha recibido a lo largo de este año un total de 189 solicitudes para la línea de ayudas de urgente necesidad, de las cuales han sido rechazadas 69.
La pandemia ha sido una inflexión en lo que a estas ayudas se refiere. Si en años anteriores los 30.000 euros que se destinaban “llegaba y sobraba”, explica la concejal de Acción Social Cristina Valderas, las necesidades de las familias arandinas han hecho ampliar la cantidad hasta llegar a los 200.000 anuales.
En el último año, 2022, se ha utilizado de esta partida en torno a los 138.900 euros, pero para 2023 ya se ha aprobado la misma cantidad, 200.000 euros en previsión de que sigan aumentando las necesidades. Además, en vez de realizar una convocatoria se seguirá optando por hacer hasta cuatro anuales para ofrecer más oportunidades a los que lo necesitan.
Así, entre el dinero que se ha repartido 96 ayudas han ido dirigidas a manutención de las familias (138.900 €), 20 al alquiler (17.478 €), 3 al pago de dentista (2.880€), 1 a la compra de gafas (432€) y otra al pago de terapias (1.200 €).
Las ayudas de urgente necesidad, comenta la responsable, son compatibles con otras que se puedan recibir, pero todas ellas pasan por un seguimiento técnico, ya que son los trabajadores municipales los que valoran cada caso. Incluyen pagos para alimentación, alojamiento situación siniestros, mantenimiento vivienda habitual, arreglos comunidad sobrevenidos, mobiliario, electrodomésticos, prótesis, productos sanitarios o material escolar.
La nueva convocatoria para 2023 aumentará las cantidades. Así, si una persona sola podía recibir hasta 430 euros para manutención, ahora pasará a obtener 480 euros. En tratamentos sanitarios, por ejemplo, se aumentan de 1.200 a 1.800 las ayudas, por ejemplo.
Sólo dos adjudicatarios para las viviendas sociales
La concejalía está barajando ahora sacar de nuevo la convocatoria para optar a las viviendas sociales municipales con las que cuenta. De las diez que se ofertaban en la convocaría de mayo sólo dos serán ocupadas. Y es que el resto de solicitudes se han desechado mayoritariamente por dos motivos: no estar empadronados en Aranda y no estar al corriente de los pagos.
Una de las familias utilizará una vivienda adaptada, al contar con alguno de sus miembros con problemas de movilidad. La otra se visitará en breve para ver qué piso sería el más óptimo.
Imagen: Cristina Valderas, concejala de Acción Social en el Ayuntamiento de Aranda de Duero. / BC
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