Hoy, hace 90 años, nacía la asociación de Alcohólicos Anónimos. Todo comenzó con dos personas con problemas de alcoholismo en Nueva York que comprobaron cómo hablando de ello su dependencia se hacía más llevadera, y a partir de ahí el método de hablar para no recaer ha llegado a más de 180 países, convirtiéndose en una de las organizaciones más grandes del mundo.
El de Aranda de Duero es uno de los 616 grupos que existen en España, con 39 años de vida, y las reuniones, dos veces por semana, tienen lugar en los salones de la parroquia de Santa Catalina, los miércoles de 8:30 a 22 horas y los sábados de 18 a 20 horas. “Lo bueno de esto es que puedes ir cuando quieres y no hace falta carnet para entrar, entras, te sientas y eres uno más”, explica uno de los participantes en las reuniones.
Alcohólicos Anónimos hace gala de su nombre también en lo que se refiere al terreno económico. Porque su mantenimiento tiene gastos, sobre todo por el alquiler que supone la utilización de la sala. Eso se paga con la aportación de los usuarios: “al salir metes la mano cerrada en un saco y la sacas abierta, nadie sabe lo que has echado y no está nadie obligado a pagar”, comenta otro integrante del grupo.
Sobre lo que se trata en las reuniones es evidente. “Hablamos de nuestro alcoholismo, la forma que hemos tenido de beber y cómo nos encontramos ahora que no bebemos”, indican. Respetando el anonimato, los grupos tratan de ayudar a las personas que tienen problemas con la bebida a mantenerse sobrios. Y lo hacen compartiendo experiencias.
Sin participar en investigaciones, Alcohólicos Anónimos mantiene una relación de cooperación con los profesionales que se ocupan de abordar el alcoholismo desde el ámbito de la medicina. Y es positiva, afirman, explicando que hay médicos que se han preocupado en conocer cómo funciona el grupo y han recomendado a sus pacientes acudir a él. “Están muy convencidos, porque han visto que gente que para ellos estaba ya desahuciada se pudieron recuperar y empezar a hacer una vida normal reintegrándose en la sociedad”, nos cuentan.
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