No son buenas noticias para los arandinos las que aporta el borrador de presupuestos de la Junta de Castilla y León en materia de carreteras. La que más afecta a la capital ribereña en competencias de la administración regional es la ronda Este, cuya primera fase (entre la N-1 y la BU-925) se inauguró hace 12 años. Y poco dinero hay para que la segunda fase se convierta en una realidad.
Y es que, aunque la prolongación de esta carretera hacia el sur está incluida en los presupuestos de 2023, lo cierto es que apenas hay 100.000 euros de momento y que ese poco dinero se reparte entre 2023 y 2025, dos años más tarde. Una tardanza bastante pronunciada teniendo en cuenta que la redacción del proyecto se licitó a mediados de 2021, se adjudicó a la firma Trabajos Obra Civil ingeniería por 131.000 euros, y se formalizó el contrato en marzo de 2022 dando 9 meses de plazo que finalizan en diciembre.
El motivo se debe a que ahora, cuando se conozca el coste la segunda parte de la ronda habrá que determinar las parcelas que deberán ser expropiadas y abrir el procedimiento.
Se trata de un tramo de unos 3 kilómetros que lleva aparejado la aparejada la construcción de dos puentes que cruzarán los ríos Arandilla y Duero. El trazado de la Ronda este en su lado sur arrancará en la rotonda de la ronda que confluye con la BU-925 (de Salas) y enlaza con la N-122 en el término municipal de Fresnillo de las Dueñas para girar hacia el suroeste unos 120 grados para llegar a la A-11 en el término municipal de Fuentespina, donde se encuentra el nudo que une esa vía con la A-1.
1,8 millones para la BU-921 DE BU-910 ABU-925
Los presupuestos de la Junta incluyen una partida de 1,8 millones de euros que se repartirán en los próximos dos años para la mejora de la carreteras BU-921.
Se trata de la carretera que une la localidad de Caleruega con Huerta de Rey pasando por el municipio de Araúzo de Miel.
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