Aranda ya cuenta con un Plan de sequía. Aprobado en la recién celebrada Comisión de obras y urbanismo, se trata este de un proyecto que sigue las directrices marcadas por la Confederación Hidrográfica del Duero y que gestiona el riesgo de sequía, además de estar dirigido a identificar, prevenir y mitigar sus efectos mediante acciones y medidas coyunturales, lo que permite controlar y limitar sus potenciales efectos adversos sobre el medio ambiente favoreciendo la utilización sostenible de las aguas, incluso en los momentos más excepcionales.
En este plan se han diferenciado, por tanto, las situaciones de sequía prolongada asociadas a la disminución de la precipitación y de los recursos hídricos en régimen natural y sus consecuencias sobre el medio natural (independientes de los usos socioeconómicos asociados a la intervención humana), y las de escasez coyuntural, asociadas a problemas temporales de falta de recurso para la atención de las demandas de los diferentes usos socioeconómicos del agua.
En este último apartado, la CDH, organismo promotor y entidad a la que el Consistorio deberá trasladar el proyecto local, señala que “en general, los episodios estarán asociados a una sequía prolongada, aunque no necesariamente. Queda fuera de su ámbito la escasez estructural, producida cuando estos problemas de escasez de recursos en una zona determinada son permanentes, y por tanto deben ser analizados y solucionados en el ámbito de la planificación general, y no en el de la gestión de las situaciones temporales de sequía y escasez”.
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