El programa de empleo de Cáritas en su afán por conseguir la inserción sociolaboral de personas sin recursos, está desarrollando desde hace unos meses una nueva experiencia en el sector del viñedo con el fin de generar empleo y recursos para personas que están en paro. La situación de crisis y desempleo hace que esta Institución agudice el ingenio para poder dar respuesta a las numerosas solicitudes de ayuda que está recibiendo, más de 200 familias en lo que va de año.
Esta iniciativa surge en colaboración con la Cooperativa Virgen de las Viñas y algunos de sus socios. “En la ribera hay muchas viñas que se están quedando abandonadas, ya que muchos agricultores son mayores y sus hijos no se hacen cargo de la viña”, explica David Sanz, técnico de empleabilidad de Cáritas.
De esta manera, la cooperativa arandina cede a Cáritas algunos de sus viñedos, algo que supondrá un beneficio a tres bandas, ya que los 14 propietarios de viñedo contarán con el mantenimiento de sus vides, la cooperativa de los vinos Tierra Aranda seguirán introduciendo uva de buenas cepas en su bodega y Cáritas ofrecerá oportunidades de formación y empleo a personas que estén en paro. La cesión será de unas ocho hectáreas de viñedo, lo que supondrá apoyar a unas ocho personas en paro.
“En Cáritas llevamos desarrollando cursos de poda de la vid desde 1998, por lo que contamos con una amplia experiencia en formación y en inserción laboral en este sector, ya que a lo largo de estos años, más de 150 personas que han realizado el curso de poda, han encontrado trabajo en este ramo”, señala el técnico de Cáritas, que agradece la solidaridad de los viticultores.
Para la realización de esta labor, Cáritas realizó en diciembre un curso de poda en seco de la vid en el que han participado quince personas, de las cuales están trabajando catorce. En el desarrollo de esta actividad participan, además, una ingeniera agrónoma, un psicopedagogo, un educador y cinco personas voluntarias.
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