Carta del director. Raquel González, la peor alcaldesa de la historia de la democracia en Aranda de Duero

Durante 12 años, Aranda de Duero tuvo la desgracia de tener como alcaldesa a Raquel González. Lo que las urnas deciden es sagrado, pero una ciudad como Aranda no merecía que su alcaldesa fuese una persona que ha desprestigiado el cargo y la responsabilidad que conlleva. Fue alcaldesa sólo porque era la candidata del PP y se ha tenido que ir porque hasta su propio partido lo ha dejado hecho un solar.

Para ser alcaldesa de Aranda, lo primero que se necesita es educación. Es un mínimo que hay que pedir a quien se presenta para servir a los ciudadanos y Raquel González no tiene de eso. En estos años ha entrado decenas de veces en despachos gritando, menospreciando a trabajadores y perdiendo los papeles. Además, ha tenido lo peor de las personas maleducadas, que es la cobardía porque ha sido sumisa con el fuerte y tirana con los débiles. Nadie pensó que esto fuese a ser así por su trayectoria vital, previa, pero por desgracia ha ido empeorando con el paso de los años hasta ser insoportable. La noche electoral, cuando la derrota era evidente habló en los micrófonos de Cope Aranda con un desprecio hacia el pueblo que solo mostraba hasta qué punto había perdido el contacto con la realidad, casi amenazando al pueblo por no haberla votado.

Si un informe no le gustaba se permitía el lujo de ir donde el trabajador que lo había escrito y romperlo en su cara. Ha distinguido entre ciudadanos de primera y de segunda porque nunca supo de verdad que ser alcalde es servir y no servirse. Algunos expedientes iban más rápido que otros porque a la alcaldesa le daba la gana, pero en general todo iba lento porque no sabía sacar lo mejor de cada persona. Con dificultades hubiese podido ser presidenta de su comunidad de vecinos y aun así la hemos tenido doces años en el cargo. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

En Aranda todos nos reímos cuando fue nombrada mejor alcaldesa de España. Ese nombramiento esperpéntico no tiene ningún prestigio, pero ella llegó a creérselo, no tuvo ningún pudor en recibirlo y pavonearse de ello. Hay cosas que se estudian, otras se compran y otras se tienen o no se tienen. Raquel nunca tuvo elegancia y lo peor de todo es que sí creyó tenerla hasta convertirse en una caricatura de sí misma.

Seré muy directo al decirlo. Raquel González ha sido la peor alcaldesa de la democracia en Aranda de Duero. Y eso que no lo tenía fácil porque había predecesores como Javier Arecha que pasaron sin pena ni gloria. Raquel ha fallado en las formas y en el fondo. Su gestión ha sido muy pobre y nunca supo ser una persona cercana al ciudadano como sí que lo fue Luis Briones.

Ha perseguido y despedido trabajadores sólo porque no le parecían bien sus informes. Muchos de los errores de Raquel González nos están costando dinero y más que nos costarán en el futuro. Eso es lo malo, que las barbaridades que a veces cometen concejales o funcionarios las tenemos que pagar los arandinos con nuestros impuestos. Por eso no le importó abrir batallas legales que estaban perdidas o gestionar expedientes que nos suponen indemnizaciones astronómicas.

Pero lo peor de todo no es su falta de educación, dejarse perder cientos de subvenciones o haber destruido lo poco que quedaba del PP en Aranda. Lo peor es lo que nos ha robado a los arandinos. Nos ha robado la ilusión, que es lo más importante en el ser humano. En sus últimos años era gobernar por gobernar, por seguir en el cargo para ver si así conseguía un puesto en Valladolid o Madrid. Aranda es una ciudad con ganas de hacer cosas, de vivir, de innovar y los arandinos estamos muy orgullosos de serlo. La alcaldesa nos robó todo eso. Si no tienes ganas de trabajar por tu ciudad y por tus vecinos, es mejor no presentarse. Pero no, ser convirtió en una profesional de la política en su peor versión. Siempre quiso rodearse de gente mediocre porque tenía miedo de que alguien le hiciese sombra. Salvo contadas excepciones, sus equipos de trabajo eran totalmente planos y hemos perdido una década en la ciudad por su culpa.

De los votos que ha conseguido en estas últimas elecciones, casi nadie votaba por ella sino por las siglas del PP. De hecho, el resultado no es malo y demuestra la fidelidad que más de 3.000 personas le tienen al partido. Y ahora es el propio PP el que la postula para ir a Madrid, al Senado, en las próximas elecciones generales… ¿en serio?, ¿no tienen ustedes a nadie que pueda representarnos de verdad? Así va la política, una actividad totalmente desprestigiada donde abundan los mediocres y reinan los patanes.

El reto para el nuevo ayuntamiento es enorme. Tienen cuatro años para recuperar parte de una década perdida. Suerte para conseguir todo lo que Aranda de Duero merece. Superar al anterior equipo de gobierno es muy fácil porque incluso no haciendo nada ya sería mejor que lo hecho por Raquel. Pero para hacer cosas lo van a tener difícil. En el Ayuntamiento de Aranda se ha instalado el “clan de los burgaleses” que está paralizando la ciudad. Es un grupo de trabajadores liderados por una mujer que en la noche de las elecciones fue a la sede de Sentir Aranda para dejarse ver. Por si tiene dudas el nuevo alcalde, solo le diré que el despacho de esta trabajadora municipal, que se cree que Aranda de Duero le pertenece, lo tiene muy cerquita del suyo… No es una película de terror, pero esa mano a la que Raquel González nunca supo plantar cara es la mano que mece la cuna del Ayuntamiento mientras alguien no se atreva a poner a cada uno en su sitio.

Raquel, suerte en tus futuros proyectos personales y profesionales, pero en política y en Aranda de Duero, tu título de peor alcaldesa de la democracia en Aranda no te lo da una revista, sino los vecinos de esta ciudad, los que de verdad si te han tenido que soportar todo este tiempo.

 

Roberto Estébanez

Director de Diario de la Ribera