Urbaser y Actúa fueron las dos empresas que recurrieron a principios de año el contrato de limpieza y recogida de basuras de Aranda de Duero tras la adjudicación que se otorgó a FCC. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León (TARCyL) lo revisó y el procedimiento se tuvo que retrotraer hasta el momento de la valoración de los criterios de adjudicación, ya que los errores que se alegaban estaban en el informe técnico que los valoró, para finalizar, el pasado mes de julio con una segunda adjudicación, nuevamente a FCC. Pero habrá una tercera porque la cosa no acaba ahí.
El motivo es el nuevo recurso que ha presentado Urbaser, actual adjudicataria del contrato de limpieza, alegando un procedimiento que no ha sido adecuado. Explica el alcalde de Aranda, Antonio Linaje que, aunque es un proceso que se hereda del anterior equipo de gobierno, el fallo sólo ha sido técnico, no político. Eso sí, reconoce que el error lo cometió “una excelente profesional” que “como ocurre con muchas otras cosas está saturada de trabajo porque no se planificó que la concejalía de Obras y Personal tuviesen el personal adecuado”. Por tanto, eleva la responsabilidad al plano político por falta de planificación.
¿Y qué pasará ahora?
Pues, en primer lugar, expone el primer edil, que “el proceso de adjudicación queda suspendido”. Y algo más grave será que también puede quedar suspendido el procedimiento de licitación, lo que supondría iniciar un nuevo proceso, que se traduciría en un retraso de otros nueve meses para un contrato que debiera estar adjudicado desde principios de 2023.
Eso sí, Linaje aclara que el servicio de limpieza viaria y recogida de basuras “está asegurado” al tratarse de un servicio esencial, hasta que se adjudique de nuevo. “La empresa está obligada a seguir prestándolo, e incluso yo he hablado con ellos y nos dijeron que seguirían sin problemas hasta el próximo contrato”, asegura el alcalde arandino, quien califica lo que está ocurriendo de “muy desagradable”.
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