A pesar de que la idea del Ayuntamiento de Aranda de Duero pasaba porque los niños y niñas del colegio Santa María pudiesen iniciar las clases como en el resto de centros de infantil y primaria, lo cierto es que los estudiantes comenzarán el curso el próximo 20 de septiembre en vez del 10 de septiembre, retrasando su entrada a las aulas, algo que tendrán que hacer en junio cogiendo vacaciones 10 días después que el resto de los escolares.
La idea de la Concejalía de Educación, explica su responsable Cristina Valderas, era que el curso pudiese iniciarse este viernes 10 en sus aulas del colegio “y que cuando las aulas a las que se tienen que trasladar estuviesen acondicionadas poder trasladarse para iniciar las obras en el colegio”. Su sorpresa ha sido cuando en el Consejo escolar celebrado este lunes la directora del centro anunciaba el retraso del comienzo de las clases siguiendo las directrices de la dirección provincial de Educación.
Una vez firmado el convenio entre Ayuntamiento y Fundación ICEDE, algo que tuvo lugar ayer lunes, los operarios municipales han comenzado ya a trabajar en el colegio ICEDE, lugar al que se trasladarán los alumnos de primaria del colegio Santa María del barrio del Polígono residencial. Son cinco aulas las que tienen que adecuarse adaptando las luminarias a la normativa y pintándolas. Además hay que instalar un refuerzo de baños en la parte trasera del edificio.
El resto de clases que se utilizarán durante este trimestre, 12, están adecuadas, por lo que no hace falta realizar ningún trabajo. El Ayuntamiento sólo costeará los gastos de luz, agua y calefacción de las aulas y espacios ocupados.
Por su parte, los niños y niñas de Infantil se trasladarán, sí, pero no al ICEDE, sino a un tercer edificio que forma parte del colegio Santa María y que cuenta con una zona no utilizada. Ellos ocuparán cinco aulas. “De esta manera conseguimos minimizar los traslados”, apunta Valderas, que no ve que exista problema de ruidos con las obras. “No es una obra que afecta a la estructura, no es complicada y no va a generar gran nivel de ruido, y la seguridad de los niños está garantizada”, apunta.
Con respecto al comedor, este servicio se dará en el mismo edificio que utilizarán alumnos y profesores de infantil. Para ello se contará con el refuerzo de las monitoras de comedor y con el apoyo de profesores que se han prestado voluntarios para acompañar a los usuarios de este servicio. Por parte del Ayuntamiento se realizará una mayor vigilancia de las salidas y entradas desde la Policía local.
El servicio de madrugadores seguirá ofreciéndose, y las actividades escolares quedan de momento en el aire. Son varias las propuestas que se barajan, como desarrollarlas en las instalaciones que no se verán perjudicadas por las obras del Santa María o en otras instalaciones municipales. “Es algo que estamos estudiando todavía”, apunta la edil.
Con respecto a las obras de eficiencia energética que se llevarán a cabo en los dos edificios del colegio Santa María, estas ya han sido adjudicadas a la empresa arandina Construcciones Riesgo. Ayer se reunía la arquitecta con la empresa adjudicataria, desde donde se señaló que el hecho de no comenzar las clases el viernes será aprovechado para comenzar a colocar el andamiaje necesario con el fin de trastocar en la menor medida posible el funcionamiento de Infantil. Según el contrato, las obras tienen que estar finalizadas el 29 de noviembre.
Las obras consisten en una actuación en las fachadas implementando un sistema de aislamiento, y en los suelos con un sistema de aislamiento de poliuretano. Se sustituirá las ventanas metálicas por otras de PVC con persianas de aluminio, como también las puertas. Una vez finalizadas, se prevé que el ahorro anual en consumo de energía sea de un 62,6%.
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