Llega una buena noticia para los usuarios de las escuelas de idiomas, de folclore y de música que se imparten en el edificio de las Francesas. También para los que acuden a la ludoteca municipal de este inmueble o a los diversos servicios que se ofrecen en el edificio. Y de entre todos ellos, los que más lo agradecerán serán las personas con problemas de movilidad que no pueden acudir a clase.
Por fin, y crucemos los dedos, el único ascensor del que dispone este edificio se ha arreglado. Eso sí, no está asegurado al 100% que tenga que volverse a colgar el cartel de “averiado”, ya que no es la única vez que esto ocurre en los últimos meses.
Los problemas con este viejo elevador son muy frecuentes, sobre todo desde que el curso arrancase el pasado mes de octubre. Primero fue una avería que no se pudo solucionar hasta 17 días después cambiando el variador de frecuencia. No pasaron dos semanas para que volviese a estropearse por otro problema.
Así, con arreglos y averías el ascensor conseguía funcionar unas horas hasta volver a estropearse. Y no lo hacía vacío, ya que en alguna ocasión tuvieron que acudir los bomberos para rescatar a personas que se hallaban dentro. En una ocasión se encontraba una persona en silla de ruedas.
Han pasado más de dos meses y la sorpresa ha sido grande. Cuando se creía que era un elemento inutilizable, los usuarios han visto que el cartel de “averiado” se había quitado y que las puertas volvían a abrirse para prestar el servicio.
Objetivo: instalar un segundo ascensor
La concejala de Educación, Cristina Valderas, ve necesario cambiar urgentemente este ascensor. Pero va más allá y entiende que Las Francesas, un edificio de grandes dimensiones que alberga en su interior decenas de servicios, necesita de un segundo elevador.
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