El alcalde en funciones de Aranda de Duero, Luis Briones, firmaba esta mañana el documento de recepción de las obras de los carriles bici que se han venido realizando en la capital ribereña desde principios de año a través de la Unión Temporal de Empresas Peache-Blasgon. Un acto administrativo que se realiza tras comprobar, así lo asegura el primer edil, que los trabajos se han ejecutado “prácticamente en su totalidad, como así nos lo ha indicado el técnico”.
El en ánimo de Briones está el de continuar con este proyecto que se ha iniciado por el equipo socialista en el caso de que consiga de nuevo la alcaldía de Aranda, algo que es difícil, aunque no imposible, y que los ciudadanos sabrán este mismo sábado, momento en el que se creará la nueva corporación. “Nuestra intención es continuar con un modelo de desarrollo sostenible para nuestra ciudad para que los ciudadanos cojan las bicicletas y dejen el coche”.
Es cierto, reconoce Briones, que los cuatro carriles bici que ya están en funcionamiento se han realizado de forma rápida “con cambios muy importantes y sin dejarle apenas al ciudadano tiempo para que respire”. Por ello, aboga que la llegada de más carriles para las bicicletas se debe hacer con más información. “Ha habido muchos comentarios encaminados a la dificultad de que coexistan las bicicletas con los vehículos y no con los peatones, nosotros hemos seguido el Plan director y pensamos que es cuestión de educación y de tiempo, hace falta que los conductores se vayan concienciando y nuestro siguiente paso sería el de realizar campañas en ese sentido”, explica el alcalde.
Son cuatro tramos los que se han ejecutado gracias a las ayudas del Plan 5000 del gobierno de la nación, que han supuesto una inyección de 1,4 millones de euros en este proyecto.
El denominado R-1 se inicia en el puente Duero, junto al hospital, para continuar por la avenida Ruperta Baraya y llegar al polígono industrial Allendeduero, un tramo, este último, al que se le está dotando durante estos días del servicio de luz.
La segunda de las rutas, la denominada R-2, atraviesa la Avenida de Castilla con un trayecto que se inicia en la rotonda de la entrada Sur de Aranda, junto a la harinera, para continuar por la Avenida de Castilla hasta el inicio de esta vía en el puente Duero. Quizás es este el tramo al que más objeciones le están poniendo los vecinos, al utilizarse la calzada del puente Duero para que tanto bicicletas como vehículos circulen por ella.
Precisamente en este último punto se inicia el recorrido C-1, que recorre la calle Postas, los Jardines de Don Diego, la calle Pedrote y la avenida de Burgos hasta la calle Santiago. Y la unión de la Glorieta Rosales con la Avenida de Castilla es el inicio del cuarto tramo, el C-4, que recorre las calles Antonio y Manuel Cebas, Burgo de Osma y Miranda do Douro para enlazar con el tramo C-1 que atraviesa los Jardines de Don Diego.
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