La importancia de los barrios de bodegas existentes en numerosos municipios de Castilla y León, y en general de toda la vertiente noroeste del país, y su puesta en valor como recurso turístico, económico y de fijación de población ha sido destacada durante el I Congreso de Arquitectura y Cultura del Vino que se desarrolló durante el pasado jueves y viernes en Aranda de Duero.
Dos jornadas en las que se ha puesto de manifiesto el interés creciente que, sobre todo en los últimos años, se ha despertado por estos conjuntos. Una tendencia que viene motivada por el deseo de los vecinos y el apoyo de las autoridades de las localidades donde se enclavan.
“Sin embargo, cuando esa unión no camina al tiempo, se resquebraja la posibilidad. Cuando se camina al paso, las posibilidades de éxito crecen indudablemente”, ha reconocido como una de las conclusiones del Congreso uno de sus codirectores, el doctor en Historia Javier Iglesia.
En este mismo sentido, se ha reconocido la dificultad existente, en líneas generales, para poner de acuerdo a los propietarios de las galerías de cara a su recuperación y explotación, con frecuencia porque los intereses no son coincidentes. Ello, a pesar de haberse constatado que en aquellas experiencias en que se ha logrado poner en valor un barrio de bodegas, como Moradillo de Roa, además de generar recursos económicos, se consigue un afianzamiento identitario y un sentimiento de orgullo colectivo.
En cuanto a otros trabajos por hacer, se ha apuntado la trascendencia de incorporar a la difusión de este patrimonio etnográfico los numerosos elementos intangibles que les rodean y que, sin embargo, forman parte de la tradición vitivinícola, como cantos, refranes, dichos, vocabulario propio de la actividad o, incluso, concepciones místicas vinculadas al vino “porque si solo mostramos la parte enológica, la parte productiva, el visitante se aburre y no encuentra una contextualización del territorio que está visitando”.
En la vertiente más técnica del Congreso, se ha incidido en la importancia básica que tiene disponer de documentación archivística, topográfica y arquitectónica rigurosa. Asimismo, se ha puesto el acento en la necesidad de que tanto los municipios donde se enclavan como los promotores de las iniciativas generen alguna fórmula de protección del bien ya que de esta manera se logrará que el conjunto tenga una uniformidad.
También se ha subrayado la contradicción que supone la escasa presencia en las escuelas universitarias de arquitectura de especializaciones en esta materia a pesar de haber constancia del cada vez mayor interés que hay en esta materia “porque no solo es una cuestión rehabilitadora del patrimonio, sino también un elemento de modernidad y de sostenibilidad”
De la misma manera, se ha apuntado que el éxito del enoturismo aún no ha generado un problema de sobreexplotación. No obstante, se ha advertido que, si este auge lleva a perder el rigor histórico, puede llegar a provocar la difusión de mensajes equívocos de los que habría que salvaguardarse.
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