A las 18:30 horas de este domingo ha salido desde el centro de registro de refugiados de la ciudad polaca de Przemyśl el autobús fletado desde Aranda de Duero parar alejar de la guerra a personas refugiadas. El autocar lleva en su interior a 51 personas refugiadas ucranianas y se dirige ya rumbo a España. Se suman otras 5 que viajan a bordo de la furgoneta también arandina.
Dos vehículos que han podido llegar a la frontera con Ucrania gracias al impulso de dos empresas arandinas: Transportes Hernando & Revilla y Diario de la Ribera; este último con periódicos en Aranda de Duero, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. A las instalaciones de estas tres sedes, así como a las naves de la firma de transportes, llegaba días el diferente material donado por los ciudadanos para transportar a Ucrania. La recogida fue todo un éxito y lo que en principio era un plan menos ambicioso: llevar una furgoneta cargada de productos hasta la frontera de Ucrania para traer de vuelta hasta 7 personas refugiadas, se convirtió en un proyecto de mayores dimensiones sumando al convoy un autobús y un tráiler.
Se pudo así cargar un tráiler frigorífico que partía el pasado miércoles destino a la frontera. Esta mañana se ha podido traspasar la mercancía a otro camión que, este sí, se ha internado hoy en tierras ucranianas con el fin de que las donaciones sean llevadas a las personas quese encuentran en este país que lucha por no ser invadido por Rusia.
En cuanto a los pasajeros del autobús, tras varios días realizando las gestiones se ha conseguido aunarlos para subir hoy al autobús. La mayoría de ellos ya disponen de familias de acogida con las que estarán cuando lleguen a España. Tan sólo un núcleo familiar de 4 personas se encuentra en espera de contar con un piso o familia de acogida. Todos ellos legarán a Aranda de Duero el martes por la mañana.
Historias que duelen
La ayuda humanitaria arandina dejará numerosas historias dolorosas y, esperemos, algunas que no lo sean tanto. De momento las dolorosas se hoy han estado protagonizadas por una niña, la única que viaja sin familiares en el autobús aunque en España ya cuenta con quienes la vayan a recoger. “La ha traído su madre que ha cruzado la frontera para acompañarla hasta aquí, dejarla en el autobús y regresar después a Ucrania”, comentan María Valverde y Manuel Rodríguez, periodistas de DR.
También otra persona, que nos ha ayudado desde el inicio del proyecto con la traducción de idiomas, regresa a España con las manos vacías. “Ella venía a buscar a su hermana y a su sobrina, pero las dos han decidió al final volverse. Y no sólo eso, sino que han traído comida ucraniana para nosotros cuando somos nosotros los que deberíamos estar ayudándola”, señalan nuestros compañeros, reconociendo que han visto situaciones muy duras dentro del centro de refugiados y durante las despedidas.
Pero también esta dura experiencia dejará momentos algo más alegres cuando algunas de las personas que viajan en el autocar se reencuentren con amigos y familiares. Es el caso de una familia arandina que desde hace décadas acogía a una niña ucraniana que ahora tiene dos hijos de 12 y 17 años. Los tres viajan ya dentro del autobús para reencontrarse con su “madre adoptiva”, y lo hacen junto a su abuela.
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