Finalmente, no tendrá que entrar en la cárcel el cura que fue acusado por agresión a una vecina de Aranda de Duero. Ayer tenía lugar en la Audiencia provincial de Burgos el juicio contra él. La Fiscalía pedía 14 años de cárcel. Al final se libra de ella al llegar a un acuerdo con la acusación de dos años, periodo que no hace necesaria su entrada en prisión.
Por tanto, el acusado ha conseguido rebajar la petición de la Fiscalía por los tres delitos de agresión sexual que reconoce haber cometido en grado de tentativa. También por uno de acoso. Eso sí, deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros.
El juez le condena también a 8 años con libertad vigilada al sacerdote de Alcalá de Henares acusado de agresión sexual y acoso contra una mujer de Aranda de Duero. Tras conocerse en julio de 2017 el hombre entabló relación a través del móvil, desde donde la enviaba mensajes continuamente y la llamaba.
Los dos se encontraron un año después en Aranda y la mujer fue acosada empujándola contra la pared. Y no valió de nada que le propinase una patada en sus partes íntimas, porque el cura volvió a acosarla con el teléfono e incluso acudió varias veces a su trabajo donde continuaron los intentos de agresión.
Tampoco sirvió que la Iglesia le suspendiese de sus funciones y le recluyese en un monasterio, porque las llamadas siguieron.
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