Hace diez meses que la concejala de Juventud tomaba las riendas de esta área y Teresa Bermejo ha querido “desempolvar” un proyecto que se ha quedado anclado en el tiempo: el albergue municipal de Aranda de Duero.
Tras su cierre en 2010 han pasado casi 13 años y durante este tiempo se ha convertido en un lastre. Primero se intentó licitarlo por 10 años. En 2015 dos talleres de empleo comenzaron las labores de remodelación de este espacio municipal, pero en 2018 sólo se habían hecho un 70% de los trabajos necesarios, por lo que hubo que realizar una nueva inyección económica para contratarlos. Se habló de su apertura para verano de 2019, incluso ese año se aprobó el reglamento para su funcionamiento, pero a la hora de hablar de la licitación desde la oposición se mostró la duda ante las condiciones económicas. A partir de ahí se contrató un segundo estudio económico, luego vino el Covid. Entre tanto, la inversión que se ha hecho alcanza el medio millón de euros.
Ha sido hoy martes cuando ha tenido lugar una comisión en la que el borrador de la licitación se ha vuelto a poner sobre la mesa. La propuesta del equipo de gobierno es un contrato por 5 años durante los que la empresa adjudicataria no tendrá que pagar canon alguno al Ayuntamiento a cargo de realizar la inversión para ponerlo en marcha.
Porque el albergue está arreglado, pero ahora queda dotarlo de contenido: colchones, sábanas, mantas, elementos de cocina y de bar. Se valora una inversión de cerca de 24.000 euros y el canon a pagar sería de unos 5.000 euros anuales, por lo que se quiere asegurar la gestión al menos esos cinco años con esa propuesta.
Hay grupos municipales que no están de acuerdo con esa idea y proponen que sea el Ayuntamiento el que realice la inversión y que se cobre canon. “Prefieren que se encargue ayuntamiento, pero creemos que hay que buscar la forma de que la empresa que lo coja se fidelice. No queremos que si le va mal se vaya a la primera de cambio”, explica la edil del PP.
Ahora se trata de estudiar las propuestas de los partidos y volver a convocar una comisión “cuanto antes” para llegar a un acuerdo, entendiendo que “esto no se trata de grupos políticos, sino de algo que tiene que ser bueno para todos”. Su intención, asegura, es que “la licitación salga lo antes posible”.
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