Hasta ahora el servicio de comida a domicilio que se realiza desde el Ayuntamiento de Aranda de Duero tiene como beneficiarios a personas mayores y dependientes. Desde la Concejalía de Acción Social quieren ir más allá para que también llegue a las familias en situación de vulnerabilidad que así lo consideren los servicios sociales, pagando los usuarios lo que les corresponda.
El próximo mes de mayo finaliza el contrato de este servicio, que desde 2019 está prestando la empresa asturiana Visama restauración. Se trata de un servicio de línea caliente, con llegada todos los días a los usuarios de la comida a través de bandejas isotérmicas, y el Ayuntamiento quiere seguir apostando por este tipo de reparto dejando atrás la prueba que se hizo en su día de instaurar la línea fría en Aranda, con dos envíos semanales únicamente y provocando el malestar de muchos usuarios.
“Vamos a continuar con lo que creemos que es más necesario y adecuado, porque con la línea caliente no solo conseguimos que los usuarios tengan que tener espacio suficiente, sino que logramos que haya un contacto diario con ellos”, explica la concejal de Acción Social Cristina Valderas. Y es que ha habido casos, comenta, en que se han producido caídas u otros altercados en los mayores que se han podido descubrir gracias a que la persona no abría la puerta al repartidor.
El pliego ya está elaborado a la espera de su aprobación y los grupos municipales lo conocen. En cuanto a condiciones, estas son muy similares a las que rigen el actual contrato, incluyendo, eso sí, normativa COVID y temas nutricionales. “Nos gusta este sistema porque la persona que va a llevar la comida entra en la casa del usuario, y tiene la ocasión de hablar con él mientras pasa y deja la bandeja en la cocina. Ese contacto es muy valorable para seguir manteniéndolo”, comenta la edil popular.
En cuanto a los precios, se establece un pago a la empresa de 7,9 €, IVA aparte, por comida trasladada hasta el domicilio. Y aunque hace años existía la opción de comer en el centro de mayores de Santa Catalina, de momento por el tema COVID no se retomará este servicio, “aunque sí que se contempla en el pliego para cuando todo esto termine y lo podamos ofrecer”, argumenta Valderas.
Por tanto, los únicos beneficiarios que por ahora podrán seguir contando con la comida presencial serán los del centro intergeneracional del barrio de La Estación. El coste en este caso será de 6,95 más IVA. La vigencia del contrato será de dos años, incluido uno de prórroga.
En estos momentos son 60 los usuarios del servicio de comida a domicilio en Aranda, a los que se suman 20 del centro intergeneracional.
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