El informe municipal es concluyente, Ecoaranda está realizando una actividad en un terreno que no cuenta con la licencia para lo que se pidió. Fueron unas las que se autorizaron para el uso excepcional de la parcela, pero otras las ejecutadas.
El nuevo equipo de gobierno ha dado prioridad a un tema de hace años. Si en 2020 la Fiscalía inició un expediente de investigación sobre la actividad de esta empresa y sobre el Ayuntamiento arandino sobre el procedimiento, es ahora, tres años más tarde, cuando se emite un informe municipal que resume que “existen manifiestas diferencias entre las obras ejecutadas y las que fueron autorizadas en la autorización de uso excepcional, licencia urbanística y licencia ambiental”.
Porque se han realizado obras “extralimitadas”, indica el informe, resolviendo que hay que desestimar la solicitud de licencia de legalización e iniciar acciones sancionadoras y de restauración de la legalidad. Porque para esas obras “hechas de más” existen sólo dos opciones: ajustarse a la licencia que se otorgó o demoler lo construido.
¿Qué supondría ajustarse a la licencia? Nada más y nada menos que la eliminación del espacio no cubierto destinado a compost en proceso de maduración, la supresión del tamizado y de dos balsas de lixiviados, la construcción de tres depósitos para lodos, o la reforma del edificio de control incrementando su superficie de 42,83 a los 81 metros cuadrados puestos en el proyecto.
Pero esto no acaba ahí, ya que también se tendría que devolver al uso de aparcamiento y almacén la nave utilizada de almacenaje y clasificación de materiales, se tendría que demoler el depósito de agua ubicado al norte de la vivienda, y se tendría que adecuar la superficie pavimentada al proyecto que se entregó para conseguir la autorización de uso excepcional y las licencias de obra y actividad.
“No es posible otorgar la licencia de legalización sin antes no haber tramitado el procedimiento de restauración de la legalidad ajustándose a la las determinaciones de la licencia inicial”, señala el informe, en el que se indica que la superficie destinada a compost en el proceso de maduración en el proyecto amparado por la licencia urbanística es de 5.416 metros cuadrados mientras que en la actualidad alcanza los 8.031 metros cuadrados, un 48% más.
Se abrirá expediente de restauración de legalidad
El alcalde de Aranda se ha reunido con los vecinos que llevan años denunciando irregularidades en esta parcela. “Salimos de la reunión agradecidos por el trato cercano y la transparencia de la nueva corporación del Ayuntamiento”, señalan, aplaudiendo que se haya tomado la decisión de abrir un expediente de restauración a la legalidad y otro sancionador a Ecoaranda por las irregularidades cometidas.
Se muestran decepcionados por el anterior equipo de gobierno. “La exalcaldesa nos prometió revisar los pozos contaminados y no se hizo, incluso nos comunicó que la empresa carecía de licencia de primera ocupación pero que ya no se podía hacer nada porque había prescrito”, lamentan.
El tiempo les ha dado la razón como así se indica en el informe, pero lanzan una pregunta: “¿Por qué se han ocultado todas estas irregularidades a pesar de las denuncias?”. “Lo que está claro es que alguien no ha estado haciendo bien su trabajo y se les tenía que caer la cara de vergüenza”, apostillan.
Piden tanto al Ayuntamiento como a la Junta de Castilla y León la clausura de la entrada de lodos “por los graves problemas por olores o la afección en las aguas subterráneas”, y que se deniegue la última ampliación de capacidad de tratamiento “al estar las parcelas incluidas llenas de irregularidades urbanísticas”.
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