Descoordinación, olvido o dejadez son las palabras que podrían calificar el hecho de que, en estos momentos, y desde el pasado 15 de junio, el servicio de limpieza de colegios y edificios municipales se esté realizando sin un contrato en Aranda de Duero. El anterior equipo de gobierno lo tenía fácil, explica el concejal de Hacienda Guillermo López, haber prorrogado el contrato como hizo en 2022 teniendo en cuenta que cabían dos años de prórroga, pero no se hizo.
“La empresa ha seguido haciendo el trabajo y las facturas se han pagado, pero ha habido algún fallo de coordinación porque no se tenía constancia de que el contrato estaba caducado”, comenta el edil de Sentir Aranda, señalando que “en cuanto lo hemos sabido hemos dicho a la persona encargada que era una prioridad porque no podemos tener un servicio esencial pagándose así”.
Un pago engorroso para una prórroga que ni siquiera existe y que obliga al equipo de gobierno a empezar de nuevo y ponerse a trabajar en un pliego nuevo para sacarlo a licitación de la forma más rápida posible.
Contratos que deben modificarse
Otro tipo de contratos existentes debieran ser modificados y a ello se dedicará el nuevo equipo de gobierno. Porque “no se debe permitir” que tenga que haber reconocimientos extrajudiciales de crédito que tengan que aprobarse en el pleno por servicios que se vienen realizando habitualmente.
El concejal de Hacienda pone un ejemplo, el autobús de apoyo que se pone a los institutos de Aranda lleva funcionando al menos desde 2021 y el contrato con la empresa adjudicataria no incluye ese servicio, sino que la cantidad que supone ese extra se tiene que pagar siempre utilizando el mecanismo para el pago de las facturas que se contraen sin consignación presupuestaria. “La empresa tiene que esperar para cobrar esa factura cuando lo que habría que hacer es una modificación del contrato para que toda la cuantía del servicio tenga partida para pagarla”, señala López.
Porque” no es que sea legal hacerlo, sino que lo legal sería hacerlo así cuando son servicios que se hacen de forma continuada en el tiempo”, apostilla el concejal, quien pone otros ejemplos, los servicios jurídicos externos antes de que se adjudicasen, la transcripción de las actas de pleno porque el contrato estaba caducado, o la recogida de animales abandonados durante los meses en que no hubo contrato. También las limpiezas que desde la pandemia se realizan en el centro intergeneracional sin haber modificado el contrato.
“¿Y es muy costoso variar esos contratos?”, hemos preguntado desde DR. “No”, es la respuesta que ha dado el responsable de Hacienda, señalando que sólo lo tiene que solicitar la persona responsable del contrato, hablarlo con la empresa adjudicataria “y firmarla, sin más, siempre que estén las dos partes de acuerdo y que los cambios sean menores, así que es fácil hacerlo dentro de la legalidad”, especifica.
Así las cosas, el pleno de este mes de noviembre, que dará comienzo este jueves 30 a las 19 horas, tendrá que aprobar un gasto “fuera de presupuesto” de 468.090 euros para pagar facturas.
Por otro lado, el Pleno aprobará gastos extraordinarios, como la actualización de la imagen de los premios Envero, el arreglo de la verja del bar la Huerta y el pago de la última factura de la elaboración del PGOU. En este último caso también ha existido un problema de coordinación porque ahora hay que hacer frente a 40.000 euros para la liquidación de un servicio “que creían que estaba pagado”. Los otros dos proyectos suman unos 10.000 euros.
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