La intención del concejal de Medio Ambiente, Carlos Medina, y del alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje, es que se tale lo menos posible en lo que respecta a los árboles de los Jardines de Don Diego. Las obras que hoy comienzan en este punto de la ciudad llevarán consigo no sólo una remodelación de la plaza, junto a la de la Virgencilla, sino también un repaso al contenido de estas áreas. Y en él se encuentra el arbolado.
Aseguraban en la anterior corporación que nada tuvo que ver la previsión del inicio de las obras con la eliminación que se hizo el pasado mes de mayo de una acacia que precisamente era el árbol de mayores dimensiones, algo con lo que el grupo socialista no estaba de acuerdo. La información que ha llegado al nuevo equipo de gobierno, indica el primer edil, es que se prevé la tala de seis árboles.
“Hay cuatro árboles que habría que talar por su estado de salud. Y dos más que posiblemente se deban talar también”, indica Linaje, explicando que según el departamento técnico de Medio Ambiente “están dominados”, lo que significa que “otro árbol más grande les hace sombra, no les deja crecer, y empiezan a inclinarse y a marchitarse”.
Sobre el resto no hay criterio técnico para su tala, señala el alcalde, seguido del concejal de Medio Ambiente, quien indica que su intención es la de “salvar los máximos posibles y ser rigurosos con los criterios técnicos”.
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