Son muchos años los que llevan los servicios administrativos de los institutos de Aranda trabajando bajo mínimos. Los sindicados no han cesado de dirigirse a la Junta de Castilla y León que se solucione este problema que sucede sobre todo en los servicios periféricos, pero la cosa, lejos de mejorar, va a peor.
Lo cierto es que cada uno de los centros arandinos cuentan con 2 o 3 plazas de administrativo y en estos momentos sólo se encuentra una cubierta en todos ellos, a excepción del Sandoval y Rojas, el único en el que hay dos personas gracias a un contrato que se ha firmado hasta el mes de septiembre. Pero el futuro es poco prometedor.
El que en peor situación se encontrará de manera más inmediata será el instituto El Empecinado. Con dos plazas, una de las trabajadoras se encuentra de baja y la otra se trasladará a la Escuela Oficial de Idiomas el próximo 24 de junio. Así las cosas, los estudiantes y las familias se las verán muy mal para poder realizar de la forma adecuada y a tiempo trámites como las matriculaciones o becas. Y todo ello teniendo en cuenta que es el centro más complejo, ya que en él hay cabida a secundaria, bachillerato y ciclos formativos.
Esa situación la vivirá muy pronto el Centro Integrado de Formación Profesional Santa Catalina. Hasta hace cuatro meses se han cubierto las dos plazas gracias a un interino que aprobó unas oposiciones a continuación, quedándose sólo una persona al cargo de esta área administrativa que se jubilará el próximo 1 de julio. Y todavía no se ha destinado a nadie para aprender el funcionamiento.
En el Vela Zanetti no se esperan jubilaciones ni marchas, pero lo cierto es que sólo se encuentra ocupada una de las tres plazas que hay en la secretaría para atender los distintos procedimientos.
En lo que respecta al Sandoval y Rojas, es el único en el que están aseguradas dos personas hasta el mes de septiembre gracias a una contratación que se ha hecho.
¿Qué repercusiones tiene esta situación?
Las más acuciantes son las que provocará la marcha de los trabajadores que se jubilan dejando vacante el puesto y sin que haya otra persona que realice sus funciones. Este será el caso del CIFP Santa Catalina a partir del 1 de julio y de El Empecinado a partir del 24 de julio si la otra administrativa haya sido dada de alta.
La situación repercutirá en las matriculaciones, en la tramitación de las becas o en la solicitud de libros dentro del programa releo Plus.
Pero el problema va más allá, porque surgen los problemas a la hora de las bajas. “No nos han sustituido en las bajas maternales, por ejemplo, y antes se salvaban trasladando a alguien de un centro a otro, pero eso ahora ya no se puede hacer porque cada centro tiene una persona sólo”, explica María Teresa Gómez, una de las personas que ha estado al frente de una oficina de secretaría en un instituto y delegada sindical de CC.OO.
Y lo más grave, apunta, “es que esta situación se está dando en toda Castilla y León”. Lo dice cuando llegan noticias de que en algunos centros son los conserjes los que están recogiendo las matrículas con los problemas que eso implica.
“Hace años que se les llenaba la boca de los servicios periféricos y cada vez hay menos trabajadores”, lamenta Gómez.
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