Será este martes 29 de octubre cuando la plaza del Trigo de Aranda de Duero se llenará de felpudos para visibilizar el acogimiento familiar y ampliar la red de familias acogedoras. 300 felpudos con nombres simbólicos de niños, niñas y adolescentes que permanecen en centros de acogida de la comunidad, tutelados por la administración, y que esperan vivir y crecer en una familia.
Es la Asociación de Familias Adoptantes y Acogedoras de Castilla y León (ARFACyL) la que pone en marcha esta iniciativa en Aranda de Duero, que cuenta también con una charla informativa, a las 18:30 horas en la tercera planta del edificio de Promoción y Desarrollo sobre el acogimiento familiar, con entrada libre y sin ser necesaria inscripción previa.
"Ni el mejor centro de protección de menores se puede comparar con vivir en una familia", señalan desde el colectivo, que quiere sensibilizar a la población sobre la situación que atraviesan los más de 600 niños, niñas y adolescentes que viven en centros de acogida de la comunidad.
“Tratamos con esta campaña de dar a conocer entre la población que vive en el medio rural una figura de protección a la infancia muy desconocida aún entre la sociedad y conseguir ampliar la red de familias acogedoras en Castilla y León para que no haya ni un niño sin familia”, explica el presidente de ARFACyL, Javier Álvarez-Ossorio.
Y es que, aunque el compromiso de las administraciones es que ya ningún menor de tres años viviera en centros de acogida, lo cierto es que en Castilla y León todavía permanecen en ellos 28 menores de entre 0 y 3 años, a los que añadir otros 19 que tienen entre 4 y 6 años, y 44 de entre 7 a 10 años, según el último Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Ahora el objetivo que se han marcado las administraciones es que en 2026 no haya menores de seis años creciendo en centros y en 2031 que tampoco lo hagan los menores de 10 años, si bien, como remarca el Álvarez-Ossorio, “sólo si hay una bolsa suficiente de familias de acogida será posible llevar a cabo la estrategia de desinstitucionalización que persigue el Gobierno”.
El objetivo es, por tanto, “cerrar esa brecha”, conscientes de que hay familias que residen en pueblos que “no tienen acceso a información sobre esta medida de protección a la Infancia o que no saben cómo ofrecerse como familia de acogida” y que sí podrían estar interesadas en abrir las puertas de sus hogares, ya sea de forma urgente, temporal o permanentemente, a menores tutelados por la Administración regional que viven institucionalizados en centros y proporcionarles un ambiente seguro donde puedan crecer y desarrollarse plenamente.
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