Todo comenzó con un accidente de tráfico. La Policía local tuvo conocimiento de que un vehículo había colisionado contra los bolardos de seguridad en la calle Postas de Aranda de Duero y había abandonado el lugar del impacto. Ocurrió pasadas las once de la noche de este miércoles y hasta allí acudieron dos patrullas. En total cuatro bolardos fueron rotos.
Lo que no sospechaba el conductor del coche era que el impacto provocó daños en los sistemas de fluidos y con la huida el vehículo fue dejando un reguero de líquido. Los agentes sólo tuvieron que seguir el rastro para encontrar el automóvil.
Lo localizaron en las traseras de la calle San Esteban. Los efectivos intentaron identificar al conductor y realizar la prueba de alcoholemia, pero este se negó reiteradamente y comenzó a mostrarse violento, llegando a agredir a los policías. Fue detenido en el acto.
La cosa no quedó ahí. La mujer que lo acompañaba, que también se encontraba alterada, agredió a los agentes durante la intervención, por lo que también fue detenida.
Ambos fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición judicial. El suceso no causó heridos, aunque provocó daños materiales en el mobiliario urbano y movilizó a los servicios de emergencia.
Imagen: @Marta Gómez
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