Muchas novedades son las que ha dado a conocer la alcaldesa de Aranda en la reunión que ha mantenido esta semana con los representantes de las nueve peñas del municipio. El anuncio de las esperadas ayudas a la rehabilitación de las bodegas o las intenciones del Ayuntamiento con respecto a la última sentencia de la plaza de toros son algunas de ellas.
Y es que, según han podido conocer los peñistas de boca de Raquel González, el Consistorio arandino no piensa recurrir la sentencia que dictaba el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y que tumbaba la licencia de apertura que se otorgó desde el Ayuntamiento. Así, la posible continuidad del proceso se dejaría en manos de un posible recurso de la empresa Toros Ricor, adjudicataria del coso taurino. Así las cosas, todo apunta a que desde el Ayuntamiento se quiere zanjar el asunto. Por tanto, si el proceso judicial no continúa, la plaza de toros de Aranda de Duero se quedaría sin la licencia de apertura que se otorgó en septiembre de 2014 en junta de gobierno.
Ayudas a la rehabilitación de las bodegas
En la reunión, donde se presentó a la actual concejala de Festejos Teresa Bermejo, también se habló de la habilitación de una partida de 80.000 euros, que podría ampliarse a 90.000, destinada a las peñas para la realización de trabajos de arreglos y mantenimiento de sus bodegas. Un dinero que llegará de manos de los remanentes y que en estos momentos, finales de abril, no cuentan siquiera con un borrador que se haya presentado a los grupos.
Así, después de cuatro años con subvenciones de 20.000 euros que se repartían anualmente entre dos bodegas, se opta desde el Consistorio por realizar un fuerte apoyo a los peñistas arandinos, propietarios de un buen número de bodegas subterráneas arandinas que son unas de las “joyas de la corona” de Aranda de Duero. La intención de la alcaldesa es que por cada 10.000 euros puestos por el Ayuntamiento las peñas tengan que invertir 5.000.
Todo ello en un momento en el que el estudio de inspección de bodegas comprometido por la propia alcaldesa ya está realizado, a falta de su presentación por la persona que se ha encargado de elaborarlo.
De momento no se ha dado a conocer a los peñistas, pero por ejemplo desde la peña La Ribera ya conocen que en su bodega La Navarra hay seis filtraciones que habrá que reparar. De dos de ellas se hará cargo la propia peña, según indica su presidente Teodoro Martín, porque se refieren a un registro y un respiradero de los baños que se encuentran a una cota más baja que la del suelo. Pero sobre las otras cuatro no actuará porque “no somos nosotros los responsables”, advierte.
Y es que es el Ayuntamiento el que debe encargarse de dos de ellas, una provocada por el alcantarillado y los focos de la plaza del Trigo, y la otra que llega desde la calle Barrio Nuevo debido a que no se cambiaron las tuberías de fibrocemento que allí se encontraban cuando se realizaron los arreglos. “Y este tipo de tuberías tienen unas juntas de goma que están podridas, provocando pérdidas de agua que se filtran hasta la bodega”, explica Martín. Todo apunta a que las otras dos filtraciones provienen de un callejón estrecho particular.
Problemas para encontrar guías que abran las bodegas
Los problemas para abrir las bodegas al público durante este verano, teniendo en cuenta que Aranda celebra su capitalidad del vino, siguen surgiendo. Si primero fue la oposición de las propias peñas ante la falta de ayuda municipal para mantener un conjunto etnológico catalogado como Bien de Interés Cultural, ahora es la dificultad que está habiendo para encontrar una empresa de guías turísticos que puedan enseñarlas por parte del Ayuntamiento.
Esa fue otra de las noticias que han conocido esta semana las peñas. Algunas de ellas están dispuestas a hacerlo con la participación de socios voluntarios, pero todo está en el aire hasta conocer el planteamiento de la administración local.
También se encuentra a falta de un mayor análisis la organización de la Fiesta de las Peñas. Lo que es casi seguro es que se adelantará del 6 de agosto al 30 de julio. La razón, la dificultad que existe para contar con grupos de música para amenizarla. “Contratar músicos resulta muy difícil y mucho más caro que antes porque hay mucha demanda, y adelantarlo en una semana nos supondría que no sea tan caro”, señalan desde La Ribera.
Imagen portada: Desprendimiento en la bodega La Navarra. / DR
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|