Saben que no es un asunto de importancia, pero la familia que reclamó en su día los daños causados por la rotura de una lápida en el cementerio municipal se siente impotente ante la demora del expediente. No entienden cómo algo que debiera ser rápido, disponiendo tanto el Ayuntamiento como la funeraria que contrataron de seguro, se encuentre paralizado a causa de un informe municipal con el peligro de que el plazo para que los seguros se entiendan finalice.
Los hechos sucedían el pasado 25 de octubre cuando la manipulación de una lápida por parte de un único operario (el compañero se encontraba de baja en ese momento) provocó que ésta se rompiese y que una parte cayese al interior de la tumba. En ese momento la familia sólo quiso denunciar públicamente el hecho de que el Ayuntamiento no contase con suficiente personal en estas instalaciones municipales y que tampoco dispusiese de un dispositivo para permitir la elevación de las lápidas con el que ya cuentan muchos cementerios.
Ahora, cinco meses después, las críticas van más allá. Después de haber presentado sólo unos días más tarde una reclamación ante el Ayuntamiento junto con un informe de la empresa que construyó la lápida, al día de hoy el expediente se encuentra paralizado, según les ha indicado el oficial Mayor, porque se necesita un informe desde la oficina de Obras que no se ha elaborado. “Me dijo la responsable que otras cosas que hacer y que no se podía ocupar de eso, el concejal dice que no puede hacer nada porque depende de la técnico y a la alcaldesa la he mandado varios correos pero no me contesta”, explica el afectado, añadiendo que el oficial Mayor “nos ha dicho que tiene las manos atadas porque sin ese informe no puede tramitar nada”.
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