Con la intención de que la nueva empresa que se hará cargo de la gestión del albergue municipal comience a hacerlo a partir de enero de 2021, dejando un baipás para salvar estos meses de crisis en los que estamos inmersos, desde la Concejalía de Juventud se ha decidido postergar la licitación de este servicio a finales de año. Teniendo en cuenta que el pliego contempla inversiones y que las fases de desescalada contemplan un mínimo de usuarios “vemos que sería difícil su utilización antes y produciría en vez de un beneficio un daño económico para la empresa”, explica el responsable político de esta área Emilio Berzosa.
Ya se ha aprobado el estudio de viabilidad económica que el PSOE solicitó hace ahora un año temiéndose que no se habían tenido en cuenta las características de Aranda de Duero y que se había establecido un número de pernoctaciones más altas que las he se iban a tener en realidad. El documento se ha hecho y se indica que el estudio se hace para la provincia de Burgos “y que los números son razonables”.
Ahora ya se está trabajando en el pliego, que por el momento contemplará una inversión de unos 23.000 euros en la compra de colchones y arreglos en la cocina para su puesta en marcha. Según el estudio económico este coste se podrá amortizar en cinco años y queda por decidir cuál será el tiempo para el contrato y qué precio se estima.
El hecho de que de las 92 camas 64 sean literas hace que muy difícil que la ocupación del albergue sea beneficiosa debido a las restricciones por la pandemia. A ello se une que casi todas las camas se desmontaron y se volvieron a montar en el recinto ferial para acoger el hospital de campaña que se abría a finales de marzo. Si bien en estos momentos está cerrado porque no se necesita, toda la infraestructura se encuentra aún instalada allí en previsión de un segundo repunte de coronavirus.
El Plan de viabilidad aprobado en el año 2018 para el albergue señalaba que la empresa que se haga cargo de estas instalaciones tendrá que ofrecer servicios de alojamiento, desayuno, comida y cena a las personas que se alojen en el albergue y, si lo desea, a usuarios externos. También podrá ofrecer otro tipo de servicios (préstamos de bicicletas, visitas guiadas, rutas…) para hacer más atractiva la oferta.
Contar con una página web es una premisa de la futura empresa que se haga cargo del albergue, que cuenta en la planta baja con comedor, cafetería, cocina, salas para reuniones y aseos. En la primera se encuentran las 23 habitaciones, baños, aseos y salas comunes. En el albergue habrá cabida para 90 personas y se prevé la creación de siete puestos de trabajo.
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