Ya han terminado las reuniones con los propietarios de viviendas en los edificios de la barriada de Los Bloques de Santa Catalina y a ellos se les ha dado a conocer la actuación que se prevé acometer en esta zona. La principal será la conversión de tres calles en peatonales para una rehabilitación que asciende a los cinco millones de euros.
Son mejoras que se realizarán gracias a la ayuda que llega de manos de la Unión Europea a través del programa Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP) del barrio de Santa Catalina, que antiguamente conocíamos como la ARU. En realidad, implica a 1.075 viviendas de este barrio arandino, pero el inicio se propone para los Bloques, una barriada compuesta por 24 edificios, agrupados de 3 en 3, construidos en bloque lineal, cada uno de ellos con cinco plantas y dos viviendas por planta. Todas ellas cuentan con una superficie de entre 55 y 59 metros cuadrados.
La mejora principal que se propone es dotar a todos los vecinos de ascensor, algo imposible en el interior del inmueble debido al reducido espacio que existe. Por ello se ha optado por una solución externa, que consistirá en la peatonalización de las calles Briviesca, Lerma y Roa con la finalidad de los ascensores se instalen sobre suelo público. Serán de estructura metálica acristalada e igual para todos los portales.
La actuación también lleva consigo la mejora de la calzada en el resto de calles (Belorado, Castrojeriz, Miranda de Ebro y Sedano). Pero llevará consigo la desaparición de un buen número de plazas de aparcamiento, ya que a la prohibición de aparcar en las calles peatonales se sumará que en cada una de las cuatro calles restantes sólo se podrá aparcar en uno de los lados, ya que el otro contará con una línea de árboles. El aparcamiento será en batería, como el que existe actualmente.
Para los inmuebles también se propone un sistema de aislamiento en las fachadas, la renovación de las cubiertas y la sustitución de ventanas. Asimismo, se propone la conexión a la red de calor por biomasa.
Cuantías económicas
Llegados a la hora de hablar de dinero, si bien serán las administraciones las que se harán cargo de las inversiones de regeneración urbana en la vía pública (un 72,27% a cargo de fondos europeos y un 10,22% a cargo del Ayuntamiento); los propietarios deberán abonar parte de las mejoras que se realicen en sus edificios, aunque sólo será para pagar el 14% de los gastos. Eso, traducido en dinero significa que los 180 propietarios deberían repartirse el pago de 711.641 euros, lo que significa una aportación que no llegaría a los 4.000 euros.
También es posible reducir esa cantidad a 0 €, porque existe la opción de que no repercuta gasto alguno en los propietarios que cumplan con los criterios de vulnerabilidad económica (cuando la suma de los ingresos de todos sus miembros en 2022 sea inferior a 12.159 € si no hay menores en la familia, a 16.212 € con un menor, a 20.265 € con dos menores y a 24.318 euros con tres o más menores. En el caso de que algún miembro de la familia tenga un grado de discapacidad del 33% o más el límite será del tramo siguiente al que le corresponde.
Pero claro, para lograr estas mejoras por un precio tan bajo es necesario que los vecinos de cada portal se pongan de acuerdo a través de una junta de propietarios y soliciten la subvención. Para ello contarán con la ayuda de una oficina técnica que el Ayuntamiento de Aranda instalará en el propio barrio de Santa Catalina.
Y un requisito importante, las obras deberán estar terminadas el 30 de junio de 2026.
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