Ciarán y Domingos ocasionaron un gran estrago en Aranda de Duero que se traduce en el número 136. Porque ese es el número de árboles que fueron derribados por las dos borrascas que pasaron entre los días 1 y 5 de noviembre por la capital ribereña en las zonas verdes de la localidad.
La concejalía de Medio Ambiente ha contabilizado los daños e informa que la gran mayoría de estos árboles, un centenar, se encontraban en el parque General Gutiérrez, demostrando así el informe que este verano se hacía desde este departamento municipal advirtiendo sobre las condiciones de inseguridad de esta área situada en el barrio del Polígono Residencial. En su mayoría en las zonas marcadas de alto riesgo debido a la presencia de árboles con gran vulnerabilidad por inclinación, exceso de altura, raíces superficiales, o por estar ya muertos.
Árboles que en su mayoría han sido arrancados de raíz, levantando el suelo a su alrededor, dañando las canalizaciones de agua del parque, arrastrando otros en su caída o dañándolos. Varios ejemplares han quedado a punto de caerse y sólo se sostienen porque otros árboles están sirviendo de apoyo.
Así, los daños han provocado, explica el concejal Carlos Medina, un notable retraso en los trabajos de cuidado y poda planificados por la empresa de jardines para este mes en toda Aranda. “Los equipos previstos para poda llevan desde la primera semana de noviembre dedicados a la retirada de troncos y ramas caídas por las violentas rachas de viento”, indica.
Solución
Es por ello, y hasta que se completen los trabajos de retirada y limpieza, por lo que el parque seguirá cerrado. “Por precaución, seguridad y para agilizar en la medida de lo posible los trabajos”, indica el edil de Podemos- Izquierda Unida.
La previsión inicial es que el parque estuviera cerrado dos meses, pero desde la concejalía de Medio Ambiente se han buscado soluciones alternativas que permitan a las cuadrillas de poda retomar sus labores previstas lo antes posible. Labores necesarias también de cara a la prevención de nuevos daños en el arbolado si se dan futuras rachas de viento.
La poda lleva acumulada dos semanas de retraso. Y la solución que se ha buscado pasa porque la retirada de los troncos caídos, árboles con alto riesgo de caída y árboles vencidos se realice a través de una empresa de trabajos silvícolas que no supondrá un desembolso económico para las arcas municipales, permitiendo de este modo reducir a la mitad la previsión de cierre del parque (de dos meses a uno) y también la reanudación de los trabajos de poda en los barrios de Aranda de Duero.
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