No ha dado buen resultado la adjudicación del bar municipal del parque de la Huerta. Tras una reforma después de seis años cerrado, el primer contrato ha caído en agua de borrajas porque no se pagaba el canon.
La gestión de este bar se adjudicaba en junio de 2023, pero el precio por el que se contrató el alquiler, 900 euros al mes, dejó de abonarse en las arcas municipales al poco tiempo. Pero no es este el único incumplimiento, porque se suma que no ha abierto durante los meses de invierno. Tampoco se han cumplido en horarios mínimos o en ofrecer actividades como jueves de café y lectura, festival gastronómico mensual, dibujo al aire libre, catas o actividades dirigidas a los niños.
Esto ha llevado al Consistorio arandino a realizar los trámites para rescindir el contrato, algo necesario para volver a sacar a licitación, adjudicarla y, por fin que los arandinos puedan volver a entrar en el bar.
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