El pasado domingo se celebraba el Día Internacional de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica/ Encefalomielitis Miálgica y la asociación AFAC de Aranda de Duero salió a la calle para visibilizar estas enfermedades y recaudar fondos para destinarlos a la investigación.
La fibromialgia fue reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud en 1992. Es una enfermedad crónica para la que, actualmente, no existe cura y que afecta entre el 2% y el 4% de la población, según estudios poblacionales.
Por su parte, el Síndrome de Fatiga Crónica o Encefalomielitis Miálgica (SFC/EM) está clasificado por la OMS en el capítulo de las Enfermedades del Sistema Nervioso Central. La SFC/EM es un desorden debilitante y complejo caracterizado por fatiga profunda.
En una caseta instalada en la plaza del Trigo se vendieron manualidades hechas por los socios del colectivo arandino. También allí tuvo lugar la lectura del manifiesto. Un manifiesto que recordaba también otras dos enfermedades: la sensibilidad química múltiple y la electrohipersensibilidad.
Porque, aunque la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, las otras dos aún no han alcanzado ese reconocimiento, a pesar de ser enfermedades emergentes que no cesan de aumentar en todo el mundo, afectando cada vez a un mayor número de personas.
Desde AFAC reivindican que las personas que las sufren tengan el derecho a ser atendidos en las mismas condiciones de igualdad y equidad que los demás enfermos, y que los centros sanitarios cuenten “con los protocolos adecuados a nuestras patologías que no pongan en peligro nuestra salud”.
Mónica Arranz es la presidenta del colectivo de afectados en Aranda de Duero y reivindica que se creen unidades especializadas para el diagnóstico y seguimiento de estas enfermedades, que se cuente con áreas libres de químicos y de ondas electromagnéticas, y que em materia social, que se otorguen las mismas prestaciones sociales que en el resto de enfermos como incapacidad, discapacidad y dependencia.
“Nuestras enfermedades son orgánicas y reales, y no estamos siendo correctamente diagnosticados ni tratados. Queremos que se escuche nuestra voz porque no somos enfermos de segunda a los que se pueda obviar o esconder, somos ya millones en España y la Sanidad Pública, la de todos, la que debe actuar con justicia y equidad, ya no puede mirar hacia otro lado”, manifiesta Arranz.
Por la noche, se encendieron con el color morado los edificios municipales que disponen de iluminación que permite realizar esta serie de actuaciones.
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