Leche Pascual es, hasta ahora, una de las cuatro empresas que pujan para adquirir la firma Cacaolat, una empresa que según anunciaba el propio presidente del grupo arandino, Tomás Pascual, resultaba interesante.
En estos momentos Cacaolat, que acumula un pasivo de 25 millones de euros y factura alrededor de 100 millones anuales, ha entrado en un proceso concursal. Leche Pascual se enfrenta a otras tres empresa en la compra. Dos de ellas, Alimentaria Peñasanta Capsa y Vycky Catalán están especializadas, como Pascual, en el sector alimentario, La tercera es el grupo inveros Victory Corporate Turnaround, especializado en llevar a cabo la reestructuración de empresas.
El pasado mes de marzo Nueva Rumasa presentaba el concurso de acreedores para su firma Cacaolat, que cuenta con una fábrica en Barcelona donde se elabora el producto y se dirigen las ventas. En la localidad catalana de Parets del Vallés de centraliza el reparto de los productos y el área logística.
En relación a la principal medida para mejorar la viabilidad de Cacaolat, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal, los comités de empresa de Barcelona y Madrid alcanzaron el miércoles 22 un preacuerdo con la administración concursal.
El acuerdo supone que la planta en Utebo (Zaragoza) continuará paralizada, situación en la que se encuentra desde que comenzó el proceso concursal de la matriz Clesa, ya que el ERE afecta en este caso a la totalidad de sus 106 empleados, según explica el comité de empresa en Aragón. Las plantas catalanas de Barcelona y Parets del Vallés quedarán proporcionalmente menos tocadas y el ERE afectará principalmente a empleados de las áreas comerciales y administrativas, según fuentes sindicales catalanas. Los trabajadores ratificarán en asamblea el preacuerdo alcanzado esta semana en los próximos días.