Llegan diez guardias civiles en prácticas a Aranda de Duero

Diez guardias civiles comienzan sus prácticas en la comandancia de Aranda de Duero en estos días. Son parte de los 50 en Burgos y de los 175 en Castilla y León que han finalizado su formación para incorporarse en los distintos cuarteles.

En el caso de Aranda de Duero se trata de cuatro mujeres y seis hombres. La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, les daba este lunes la bienvenida tras completar esta etapa formativa en esta provincia. Para completar esta formación de un año llegarán a Aranda una decena de guardias civiles.

Virginia Barcones ha explicado que Castilla y León es una de las comunidades más seguras de España y que Burgos también lo es. Una situación que está marcada por la gran labor realizada en parte por los más de 800 agentes de la Benemérita destinados en Burgos de los más de 7.000 desplegados en Castilla y León.

La delegada del Gobierno ha manifestado a los nuevos agentes en prácticas que Castilla y León y Burgos tienen una gran extensión y una baja densidad de población, una peculiaridad por la que es “imprescindible la labor del Instituto Armado como elemento cohesionador del territorio”.

Ha recordado a los agentes en prácticas la importancia de estar atentos a los conocimientos y consejos de los guardias civiles con más experiencia y les ha deseado suerte en ese proceso que culmina su formación.

 

Proceso formativo

Los guardias civiles en prácticas llevan a sus espaldas un largo proceso formativo que comenzó con la aprobación de una oposición formada por pruebas físicas, de conocimientos y psicotécnicas, pruebas médicas y una entrevista personal con un gabinete de psicología. A partir de ahí se obtiene la condición de Guardia Civil alumno y se ingresa en la Academia de Guardias y Suboficiales de Úbeda-Baeza (Jaén) durante un curso lectivo.

Una vez aprobada la fase de alumno se obtiene la condición de Guardia Civil alumno en prácticas. En esa fase se encuentran los guardias recién llegados a Burgos. Esta fase tiene una duración de un año y se realiza trabajando en puestos de seguridad ciudadana o núcleos de servicios con guardias civiles que ya son profesionales.

Durante esta fase son evaluados por su comandante de puesto (que es el jefe inmediato de la Unidad donde se encuentren). Valora diversos factores como la puntualidad, la iniciativa o el compañerismo. Al final de este año hay una semana de reciclaje donde los guardias civiles alumnos y alumnas en prácticas vuelven al centro de formación de Baeza y finalizan esta fase con un repaso de todo el curso académico y con trabajos de casos prácticos.

Una vez aprobado el periodo de prácticas se adquiere la condición de Guardia Civil profesional.