Los comerciantes del centro se enfrentan a nuevas pérdidas durante el Sonorama

En esta ocasión ha sido de la propietaria de un establecimiento de la calle Béjar de donde ha surgido la queja ante la falta de planificación y, sobre todo, de comunicación, con los comerciantes arandinos para plantear propuestas en las que el comercio del centro de Aranda de Duero no se vea perjudicado ante la llegada del festival Sonorama Ribera. Los conciertos que tienen lugar en la plaza del Trigo acarrean una dificultad de acceso importante, que conlleva en muchos casos el cierre de los comercios, debido a que los propietarios se ven abocados a ello por la falta de clientes.

La responsable de Miss Cactuss ha sido la que ha puesto la mano en el fuego, publicando a través de sus redes sociales su queja. Critica que “ya está bien que nadie piense en nosotros” y aunque asegura que ha mantenido conversaciones con el grupo municipal que lidera el Ayuntamiento arandino, Sentir Aranda, “a día de hoy no sé nada y llegamos a un año más en el que el comercio está olvidado”.

Expresa que ha lanzado alguna propuesta alternativa para que el comercio se vea compensado de alguna manera con el fin de que Sonorama sea “un festival bueno para todos y no sólo para unos pocos”, pero la situación sigue igual que antes. También hace tres años los comercios de la calle Béjar enviaron un escrito a la anterior corporación y a los organizadores del festival para sentarse a hablar “y no tuvimos respuesta”.

Tras unos años abriendo su comercio durante el festival, la comerciante ha decidido cerrarlo por primera vez desde el jueves hasta el sábado incluido. “Me encantaría abrir, pero voy a cerrar”, comenta apenada, reconociendo que el mes de agosto es importante para el comercio arandino porque se nutre de las personas que acuden a los pueblos de la comarca para veranear, “pero baja a Aranda durante el festival porque se pone imposible, les ponen muchas pegas para acceder”.

 

  
 
 
 
 
 
 
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Asegura esta comerciante que ello no quiere decir que esté en contra de Sonorama: “me parece que es muy positivo para nuestra ciudad y ojalá se siga haciendo, pero creo que no debe ser un festival a costa de que los comercios que estamos en el centro de Aranda tengamos una semana entera de pérdidas, de que no se nos informe de lo que se va a hacer y de que nadie piense en nosotros”.

Desde Sentir Aranda agradecen que se hayan realizado estas quejas “de forma respetuosa y constructiva”, y conscientes de que el impacto de Sonorama es muy grande y de que conlleva algunos inconvenientes, como es este, indican que “no siempre es fácil hacer cambios, y nos gustaría poder ser más ágiles para implantarlos. No obstante, seguiremos buscando fórmulas que equilibren los intereses de todos”.

A través de otro vídeo, la comerciante asegura que “me pongo de mala leche cuando os enrolláis como una persiana y decís humo, con lo fácil que es responderme”. “No me siento respondida”, asegura.