El vocal del PCAS en la pedanía de La Aguilera, Esteban Herrero Calvo, está a la espera de que el alcalde pedáneo Luciano Burgos cumpla con el compromiso que lanzaba ayer martes de retirar la solicitud para la construcción de una depuradora en la localidad tal y como se plantea en el proyecto.
Una solicitud que fue aprobada en el último Pleno arandino de 2024 pero que ahora parece ser que se echará para atrás tras la repulsa que se ha creado en parte de la población. Ayer se mantenía una reunión entre ambas partes, ayuntamiento de Aranda y pedanía de La Aguilera, y en ella se puso de manifiesto esta controversia que se ha creado. Finalizó con el compromiso del alcalde pedáneo de retirar la solicitud, algo que, de momento, “no sabemos si creérnoslo o no”, apunta Herrero.
No se muestran en contra de que La Aguilera cuente con una depuradora, asegura el vocal del PCAS, pero no en base al proyecto que se ha presentado. No entienden que para una población de apenas 300 personas se quiera construir una estación depuradora de aguas residuales para 1.500 habitantes.
Es un proyecto sobredimensionado, apunta Herrero, señalando que no es normal que se hable de una inversión de más de un millón de euros, algo desproporcionado si se tiene en cuenta que en Quintana del Pidio, con una población similar y número de empresas, está construyendo una depuradora por 300.000 euros. O que, en Sotillo de la Ribera, con una población mucho mayor, el coste de su depuradora será de 800.000 euros.
Tampoco entiende una parte de los habitantes de La Aguilera que se haya optado por una extensión de 1 hectárea, y que además los terrenos que se plantean se encuentren a más de un kilómetro y medio del pueblo. “Es algo ilógico, y no sabemos qué le ha llevado al alcalde a llevar esa propuesta sin contar para nada con el resto del pueblo”, termina diciendo Herrero.
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