Miembros de la corporación municipal se han congregado a las puertas del Ayuntamiento de Aranda de Duero este mediodía para participar en el minuto de silencio que ha recordado el asesinato de la última mujer a manos de su expareja.
Mainca es el nombre de la joven de 33 años que moría finalmente este jueves, tras pasar cuatro días en coma, a causa del estrangulamiento que le provocó su expareja el pasado domingo en la localidad segoviana de Arroyo de Cuéllar. El agresor contaba con una orden de alejamiento y la mujer se encontraba incluida en el sistema Viogén que realiza un seguimiento en los casos de violencia de género. Había sido atendida ya el pasado mes de septiembre. Y en este caso se suma una nueva víctima de violencia vicaria, el hijo de ambos, menor de edad, que está siendo cuidada por su abuela materna.
“Manifestamos nuestro absoluto rechazo a cualquier forma de violencia de género”, manifestaba la portavoz del equipo de Gobierno María de las Viñas Ortuño.
En el minuto de silencio los ediles han estado acompañados por abogados de la Junta Directiva del Decanato de Burgos, que mantenían a esa hora una reunión con responsables municipales.
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