Objetivo: reducir progresivamente la población de gatos callejeros

Reducir progresivamente la población de gatos en la calle, manteniendo su protección como animal de compañía. Ese es el objetivo, acorde con la Ley de Bienestar Animal, que tiene la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Aranda de Duero con el programa de gestión de colonias felinas. Y para lograrlo, este año contará con financiación externa: la capital ribereña es pionera, pues consiguió del Ministerio de Derechos sociales y Agenda 2030 una de las subvenciones para entidades locales destinadas al control poblacional de colonias felinas. Sólo dos municipios de Castilla y León lo han logrado: Aranda de Duero y la localidad salmantina de Pedrosillo El Ralo.

Así, con los 23.000 aportados por el Ministerio y con los 6.000 que tiene que poner el Consistorio arandino se podrá trabajar en la esterilización de animales, urgencias veterinarias y en la compra de suministros para las colonias.

Para ello cuenta el Ayuntamiento con una gran aliada, la Asociación FeliniSave, que cuenta con personas voluntarias que ponen parte de su tiempo para atender a los gatos callejeros de la ciudad. Así, el Ayuntamiento consigue los fondos, pone el trabajo administrativo y gestiona los pagos de los servicios, y FeliniSave se dedica de forma altruista a cuidar las colonias y asesorar.

 

 

Una ayuda que, recuerda el concejal de Medio Ambiente Carlos Medina, “no es para un servicio de recogida de animales abandonados, ya que el Ayuntamiento cuenta con uno, ni un servicio de guardia de 24 horas”.

FeliniSave lleva años trabajando, concretamente desde 2019, en la elaboración de un censo de colonias felinas en la ciudad de Aranda. En la actualidad tiene contabilizadas 40 colonias y unos 400 gatos callejeros en el municipio. Desde hace dos años la asociación ayuda al Consistorio, porque son sus voluntarias las encargadas de capturar a los animales para llevarlos al veterinario y de que regresen a su lugar de procedencia.

El método CER (de captura, esterilización y retorno) se practica en Aranda de Duero y consiguió, por ejemplo, que en 2023 fuesen esterilizados 83 felinos. Un método científico, ético y eficaz para reducir la población de gatos sin dañar a los animales cumpliendo así la Ley de Bienestar Animal.

Así, se consigue controlar las colonias sin que estas aumenten garantizando el bienestar de los animales y evitando conflictos de convivencia vecinal, ya que las colonias de gatos sin controlar provocan numerosas molestias por ruidos e higiene.

También se promueve la adopción de aquellos gatos que pueden ser sociables, aunque son casos puntuales por la propia naturaleza de estos animales. “Los gatos comunitarios son aquellos que viven en libertad, vinculados a un territorio y que no pueden ser socializados con humanos, pero que dependen de nosotros para sobrevivir. Estos animales no se consideran adoptables.No es lo mismo un gato comunitario que un gato abandonado o perdido. El abandono es un delito grave y acarrea sanción. Y si un animal se pierde debe notificarse inmediatamente al Ayuntamiento”, recuerda Medina.

 

Identificación de los gatos domésticos

La nueva Ley de Bienestar Animal obliga a que todos los gatos con propietario estén debidamente identificados mediante chip y esterilizados. No es algo opcional y se han incluido sanciones si el requisito de la identificación no se cumple, hasta 10.000 euros de multa.

No se exige a los propietarios realizar un curso para su tenencia responsable, pero sí la obligación de esterilizarlos antes de que alcancen los seis meses de edad. Y su compra ya no se podrá realizar en tiendas de mascotas, sino a un cuidador registrado, u optar por una elección más responsable: la adopción. A través de un refugio de animales o mediante la cesión gratuita por parte de un particular incluyendo un documento que lo indique.

Y hay que registrar a las mascotas en el registro de la comunidad autónoma.

 

 

 

Cuidador autorizado

Ese es el nombre que se le va a dar a la persona que de forma voluntaria quiera atender a los gatos callejeros o comunitarios. La intención es que tengan formación para hacer este trabajo de la forma más adecuada y estén coordinadas, algo para lo que se cuenta con la importante ayuda de FeliniSave.

Precisamente este domingo tenía lugar un primer curso de formación al que asistieron más de 50 personas. “Quien quiera colaborar debe ponerse en contacto con la concejalía de Medio Ambiente o con FeliniSave, pero no actuar por su cuenta. Queremos evitar a los alimentadores espontáneos”, recuerda el concejal.

Es el Ayuntamiento el que paga los servicios veterinarios y el que proporciona los suministros para la gestión de las colonias. “Material municipal que debe ser respetado”,añade el edil.

Porque la alimentación tiene que estar controlada. “Echar las sobras de las comidas o poner varios puntos de alimentación es perjudicial para la salud de los animales, impide la adecuada gestión de las colonias y provoca problemas de higiene”, comenta.

Así, los ciudadanos no deben alimentar por su cuenta a los gatos callejeros, que deben de respetar, como también evitar la presencia de perros que alteren o pongan en riesgo las colonias.