La Red de Calor de Aranda de Duero ha incorporado recientemente una nueva instalación. La piscina municipal ‘Las Francesas’, gestionada por la empresa Prado Sport, ya recibe la energía térmica de biomasa procedente de la Red de Calor para calefacción y agua caliente. El consejero delegado de Rebi, la empresa promotora de la Red, Alberto Gómez, apunta que “es una noticia excelente que una instalación deportiva se adhiera a nuestro proyecto porque, no solo se van a evitar emisiones contaminantes con el cierre de sus calderas, sino que todos los usuarios que acudan estarán formando parte de una iniciativa que conserva el medio ambiente y que apuesta por la sostenibilidad de nuestros montes y del trabajo local”.
La instalación presentaba una sala de calderas que funcionaba con gas natural. “Se ha dejado fuera de servicio la caldera dejándola funcional como un doble sistema de seguridad y hemos colocado una estación de intercambio de placas de 400 KW para hacer el trasvase de la energía que circula por nuestro circuito a 90 grados centígrados bajo las calles de Aranda de Duero y con la recuperación del calor sobrante de Michelin, hasta el circuito de la piscina”.
Prado Sport apostó desde el primer momento por la energía renovable en cuanto conoció la Red de Calor por varias razones entre las que se encuentra la contribución a la protección del medio ambiente y el ahorro energético y económico; “además no han tenido que hacer ningún desembolso inicial porque la inversión en la conexión no supone ningún coste, la pequeña obra de picaje para el acceso y la subestación corren a cargo de la Red de Calor”.
Hasta el momento, la piscina emitía algo más de 157 toneladas de CO2 a la atmósfera, “con la conexión a la Red, las emisiones caen hasta las 9 toneladas anuales”. Rebi también realiza un acompañamiento al crecimiento futuro de las necesidades, sin que la piscina necesite nuevas inversiones en generación de calor, se mejora la productividad de los equipos de mantenimiento actuales al poder realizar otras tareas y se reducen los costes por ausencia de averías en la generación de calor con las calderas y quemadores. También es un hecho la eliminación de riesgos inherentes a un proceso de combustión, dado que la subestación es un elemento pasivo.
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