Todo hacía prever que la desestimación por parte del Ayuntamiento de Aranda de Duero de la licencia de primera ocupación y de apertura de la plaza de toros conllevaría a un recurso por parte de la empresa Toros Ricor. Así ha sucedido.
Son varios los motivos, explica la concejala de Urbanismo Ana María Hervás, que se señalan en el recurso que se ha presentado en el Consistorio contra la resolución que dictaba el pasado 12 de diciembre. Toros Ricor se muestra disconforme porque entiende que se ha hecho una incorrecta apreciación de los hechos, una incorrecta aplicación de la normativa y que ha habido una incorrecta actuación de la Administración y de sus servicios técnicos por ir contra sus propios actos. Incluso se habla de una posible “desviación de poder”.
“Entienden que los informes resultan contrarios a informes anteriores que hicieron los propios servicios municipales y que incurren en una incorrecta aplicación de la normativa, yendo contra los propios actos de esa administración y sus servicios técnicos”, resume Hervás. Otra alegación incide en que las discrepancias entre las obras ejecutadas y la licencia concedida se relacionan con adecuaciones que se ejecutaron en la plaza por petición del Ayuntamiento de Aranda de Duero. Se refiere a los expedientes que en 2011 se referían a la modificación del diámetro del ruedo o el aforo, o a la licencia que ese mismo año quedó sin efecto después de la inspección municipal y terminación de las obras.
Por tanto, para la empresa, fueron obras ejecutadas con una licencia de obra vigente, a requerimiento municipal, acordes a la legalidad urbanística y que deben ser óbice para la concesión de la licencia de apertura; entiende la propietaria de la plaza de toros.
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