Una comisión surrealista y con demasiados enfrentamientos

La comisión de Hacienda celebrada esta mañana para abordar el tema de presupuestos ha estado protagonizada por una gran tensión. Una tirantez que ha llevado al enfrentamiento de dos personas. Una el propio alcalde arandino, Antonio Linaje, y otra el concejal del PP Alfonso Sanz.

Está claro que hablar de presupuestos, con un equipo de gobierno en minoría y con una oposición que ha advertido en varias ocasiones que no los aprobará si hay liberaciones, está fomentando las tensiones políticas en el Ayuntamiento arandino. El PSOE quiere que se aborde el tema más adelante. Y en la misma línea está el PP. Por su parte, Vox pide más información sobre los objetivos de esos cargos políticos y de los tres puestos de confianza que se quieren crear. Desde las filas del equipo de gobierno están dispuestos incluso a una cuestión de confianza para aprobarlos.

Pero el iceberg de esas tensiones ha llegado esta mañana, en la comisión. Y más álgido ha sido el momento de las votaciones. Mucho ha tenido que ver en ello el informe elaborado por la secretaria general, que contradice el que hace unas semanas emitió el oficial mayor. Mientras que el primero le daba potestad al alcalde para incluir en el Pleno las enmiendas que decidiese, el segundo avisa que es el Pleno el que tiene que admitir o rechazar cada una de ellas tras un debate.

Según fuentes consultadas por DR a asistentes en la comisión, el concejal del PP Alfonso Sanz ha dejado ver su inconformidad sobre la actuación del alcalde arandino hasta el punto de marcharse. A los pocos minutos regresaba para recoger su teléfono que había dejado olvidado cuando el alcalde se disponía a salir, y cuando se han encontrado cerca es se ha producido el mayor enfrentamiento.

Algunos de los presentes aseguran que el alcalde ha intentado pegarle pero no lo ha hecho porque el edil Guillermo López se ha interpuesto. Otros dicen que tanto uno como otro han actuado de manera similar, y que a Alfonso Sanz le ha parado el edil de Vox Sergio Chagartegui. 

Sea como fuere, lo ocurrido deja mucho que pensar sopbre si las cosas se están yendo fuera del talante respetuoso que se debiera tener. Porque todas las personas consultadas coinciden en lo mismo: lo ocurrido ha sido bochornoso, la situación ha sido surrealista y no se lo merecen ni los concejales ni los vecinos que han confiado en ellos depositando su voto.

Las aguas se han calmado después, cuando todos los grupos han coincidido en dejar pasar unos días y volverse a sentar el próximo lunes para hablar de lo ocurrido y de presupuestos una vez que la situación se haya tranquilizado.