Una oleada de pinchazos en neumáticos desata la preocupación en Aranda de Duero

No llega a ser la oleada de quema de coches que se sufrió en Aranda de Duero hace un año, y que terminó con un hombre detenido como presunto autor, pero durante estos días se está dando otro caso relacionado con el vandalismo y los vehículos.

Si a la persona que suscribe esta información no le hubiese ocurrido, este periódico seguramente no se hubiese enterado de que en las últimas semanas hay una persona o personas que están dedicando parte de su tiempo en ir por las calles navaja en mano pinchando los neumáticos de los coches.

Fuentes de la policía nacional y local confirman que esto está sucediendo y todos los casos apuntan al barrio de Santa Catalina. Desde la Policía Nacional se afirma que hay denuncias por daños en ruedas. Desde la Local señalan un repunte entre los días 2 y 10 de agosto en esta zona. Hospicio, Marques de Ahumada, Santiago, Valdecarros y Nuño Rasura son algunas de las calles donde ha ocurrido esto y de las que tiene constancia la policía. Y sigue ocurriendo.

Pero el área se extiende a más calles si hablamos con los talleres donde arreglan los neumáticos. Teniendo en cuenta que se trata de un daño que en muchos casos no se denuncia ellos son los que más información pueden dar, porque mientras que los dueños de los vehículos no acuden a la comisaría, sí que pasan por estos talleres. “Nos han llegado casos y todos coinciden con coches que estaban aparcados en el barrio de Santa Catalina”, señalan desde uno de ellos. “Están pinchando ruedas en Santa Catalina, sobre todo, pero también hemos tenido neumáticos pinchados con algo punzante de coches que estaban en el barrio de El Ferial”, apunta otro operario, añadiendo que “llegaron a pinchar una rueda de un coche de la Guardia Civil que estaba aparcado a la puerta del cuartel”.

Los daños causados por el pinchazo de ruedas van más allá de los costos económicos directos. Si bien la reparación y reemplazo de neumáticos resulta un desembolso de dinero, los efectos se extienden a una pérdida de tiempo y productividad para los afectados. Además, esta forma de vandalismo también amenaza la seguridad de las personas, ya que los conductores pueden quedarse varados en lugares peligrosos o sufrir accidentes debido a la pérdida de control de sus vehículos. Y es que la rueda no tiene porqué desinflarse en el momento, sino que puede perder aire según vaya en movimiento el vehículo.